Según los medios de comunicación turcos, el encuentro entre Rusia y Turquía el 14 de septiembre, dará lugar a una apertura temporal de la frontera rusa para los tomates turcos. La expectativa es que Turquía tenga permiso para exportar entre 100.000 y 300.000 toneladas de tomates entre octubre y mayo.
Antes de 2015, Turquía exportó 338.000 toneladas a Rusia. Los tomates se han convertido en símbolo del boicot ruso para los productos frescos turcos. Rusia no se ha precipitado en levantar las sanciones, porque el país quiere proteger a sus productores nacionales. En agosto, después de las negociaciones, se llegó a la conclusión de que el asunto se trataría hasta que se llegara a un acuerdo este mes. El servicio fitosanitario ruso (Rosselkhoznadzor) ya ha realizado muchas inspecciones en varias empresas turcas de tomate. Todavía queda por verse si la frontera se abrirá realmente. En los últimos meses, los medios turcos y rusos se contradicen con regularidad.
Afganistán espera incrementar las exportaciones a Rusia en un futuro próximo. El país pretende comercializar 70 toneladas por día en Moscú. En agosto, el gobierno afgano anunció que quiere apoyar a los exportadores en esto, pero que son necesarias conexiones ferroviarias más directas. El representante de la Cámara de Comercio espera que sus amigos en Turkmenistán y Uzbekistán se unan a ellos y ayuden a establecer un puente para comercializar productos a Moscú.