Hubo una época en la que las empresas exportadoras de los Países Bajos y Bélgica se contaban por docenas en esta feria, pero ya es cosa del pasado. La empresa holandesa Interko presentó un estand y su compatriota Hoofdman Roodzant reservó en el último momento.
Los seis expositores belgas unieron fuerzas con VLAM (el centro flamenco para la promoción de productos agrícolas, pescado y otros productos frescos) con un objetivo común: reunirse con sus clientes. En la actualidad, las negociaciones comerciales giran en torno a la exportación de productos sin restricciones de importación.
Según Dries Sebrechts, de DSF, "Los líderes [belgas] deben ser más comprensivos con el punto de vista ruso. Deben aprender de los errores para poder restaurar las relaciones con Rusia".
El consenso general entre los expositores ha sido que el veto está durando demasiado. ¿Qué ha conseguido? Los países se han empecinado y se ha llegado a un punto muerto. No será fácil reponerse de esta decisión. Turquía ha aprovechado la oportunidad de exportar frutas y hortalizas a Rusia. La cuestión es si Rusia todavía sigue queriendo producto de la UE, pues su producción propia ha experimentado un enorme crecimiento y seguirá creciendo en el futuro. Los países vecinos de Rusia cultivan ahora productos de mejor calidad se han establecido rutas y contactos con países de todo el mundo.
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Texto y fotografías: Andries Gunter