A pesar de todo, este exportador de cebollas holandés de Zelanda conserva el optimismo. "Yo siempre soy positivo. Tengo la esperanza de que surjan muchas oportunidades de exportación este año. Las lluvias son muy perjudiciales en ocasiones y será en noviembre cuando conozcamos la calidad de las cebollas de semilla".
"En cualquier caso, tendremos una buena combinación de calibres grandes y pequeños, y necesitaremos ambos. La disponibilidad de producto no será un problema. Sin duda, habrá demanda, pero, por ahora, se distribuye de forma desproporcionada". Lindert no prevé un crecimiento demasiado veloz de la superficie de cultivo de cebollas. "A la larga, de hecho espero que la superficie se reduzca en exceso. Sabemos que a veces se dice que tenemos demasiada producción, pero de vez en cuando se tienen problemas para suministrar la cantidad suficiente de producto de buena calidad. Es una lástima que no sucediera así el año pasado, pero ya no va a ser muy habitual que se cultiven tantas cebollas en todo el mundo en un año".
Según el envasador, el problema de calidad también tiene explicación. "Todos los envasadores ampliaron sus instalaciones y, desde el punto de vista del proceso, no es muy eficiente. Todo el mundo quiere transportar su producto por carretera, pero todos construyen una carretera provincial que recorren a 120 kilómetros por hora, y eso no es nada beneficioso para el producto. Además, la forma de clasificar en función de la calidad no ha cambiado en los últimos 30 años".
MSP está invirtiendo en una solución con una nave revolucionaria de cebollas que debería estar acabada el próximo año. "Es un proyecto que tiene como fin ayudar al sector. En el proceso de diseño, hemos puesto un especial cuidado en cómo combinar la arquitectura y el proceso de producción. Ahora todavía somos activos principalmente en los mercados de exportación, pero espero que, con la técnica, este proceso también resulte interesante para el canal minorista. En lo que se refiere a sostenibilidad, eficiencia, seguridad alimentaria, manejo delicado y calidad, ningún supermercado podrá ignorarlo", asegura Lindert.
Según Lindert, la competencia provendrá sobre todo de los Países Bajos el próximo año. "Cuando somos el único país competitivo en un mercado como Brasil, tendemos a luchar entre nosotros en ese mercado. Todo el mundo quiere defender o fortalecer su posición. ¿Cambiará eso alguna vez? El comercio de cebolla sigue siendo, principalmente, un mercado libre, y eso es lo que lo hace tan divertido".
Piet van Liere:
"Cada vez hay menos imprudentes en el sector de la cebolla"
Piet van Liere, de FlevoTrade Dronten, también ve muchas oportunidades. "Creo que todo el mundo es muy negativo, pero yo no lo soy en absoluto. En mi opinión, hay muchas oportunidades de exportación en todo el mundo. Podemos enviar cebollas a África, el sur de Europa, Europa del Este, Brasil y Extremo Oriente. No parece que sea nada perjudicial para la exportación. No digo que las cebollas vayan a ser caras, sino que habrá oportunidades de exportación de sobra en todo el mundo".
"Estamos observando diferencias importantes en la cosecha. En Europa, son visibles aquí y allá las consecuencias de las condiciones meteorológicas y las cosechas no son excelentes de forma generalizada. En los Países Bajos, tenemos cosechas estupendas en algunos lugares, pero también parcelas con un rendimiento mediocre. La calidad de las cebollas que se han cosechado ya es maravillosa, pero ahora –mediados de septiembre– todavía se tiene que cosechar el 50-65% del volumen; eso es mucha cantidad. Si hace buen tiempo, todo irá bien, pero si continúa lloviendo podríamos tener problemas. Además, el Fusarium está levantando cabeza en algunos lugares, pero es claramente visible en los campos y hay que tener cuidado a la hora de comprar. En cualquier caso, hay una buena distribución de la cosecha y los agricultores también tienen oportunidades con un precio justo y decente".
Aunque la superficie ecológica está creciendo en los pólderes, sigue siendo una actividad mínima en FlevoTrade. "La superficie está creciendo, pero todavía no es mayoritaria. Además, algunos de los países que compran cebollas están invirtiendo en cultivo ecológico".
Seguramente, el crecimiento total de la superficie holandesa de cebolla continuará, según el exportador. "La superficie de cebolla lleva creciendo más de una década y yo creo que seguirá creciendo ligeramente. Es más, si la exportación continúa aumentando, tendremos que empezar a preguntarnos si podremos seguir cultivando todas esas cebollas en los Países Bajos. Cuando hay cebollas de sobra más cerca de casa, no hay que importar. Sin embargo, especialmente en las regiones fronterizas, es fácil acudir a los países vecinos".
En Flevoland, se espera ansiosamente la conclusión del puerto de FlevoKust en Lelystad. "Se prevé que se acabe el 1 de enero. Su uso será positivo porque a los profesionales del centro de los Países Bajos que se dedican a la cebolla les permitirá tener una posición más competitiva", explica Piet.
De acuerdo con él, el mundo de la cebolla avanza cada vez más hacia relaciones permanentes entre productores, exportadores y compradores. "Operamos por el principio de un cliente por mercado y construimos una cadena de suministro con ese cliente. 'Asociación' es la palabra mágica; levantamos la cadena juntos y nos aseguramos de que todo el mundo obtenga beneficios. Cada vez hay menos imprudentes en el sector de la cebolla".
Jan Franje:
"Tenemos un plan de clasificación óptica listo, pero aún no lo hemos puesto en marcha"
Según Jan Franje, de Franje Onions, en el mercado de la cebolla reinaba la negatividad, pero se fue animando la situación gracias a la lluvia. "Todavía hay muchas cebollas por cosechar. Creo que es difícil hacer predicciones. La calidad de las cebollas es buena y podemos seguir trabajando correctamente. De hecho, todos los destinos están participando bastante bien. Desde el punto de vista logístico, tenemos una posición excelente, pero en los Países Bajos competimos con nosotros mismos. Todos necesitamos destinos y, desde el veto ruso, la segunda mitad de la temporada, desde enero, es cada vez más difícil. Senegal también ha empezado a conceder licencias y eso no facilita nada las cosas".
En los últimos años, la superficie holandesa de cebolla ha crecido en línea recta. "No puedo pronosticar si esa línea continuará. Si sufrimos más dificultades, la superficie también podría menguar. Sin embargo, nuestros antepasados no podrían haber predicho jamás que superaríamos el millón de toneladas de cebollas. En los últimos años, también hemos ganado una superficie considerable de suelo más joven en Bélgica, así que ¿por qué no iba a continuar esa línea?".
"En la actualidad, el comercio de cebollas ecológicas está muy calmado, pero es normal para esta época del año. Las líneas permanentes continúan como de costumbre, pero apenas hay ninguna presión más. En este periodo, cada país tiene sus propias cebollas ecológicas. Además, la superficie de cebolla ecológica también a crecido en el ámbito europeo", apunta Jan.
Los hermanos Franje siguen de cerca el desarrollo de la clasificación óptica. "También tenemos un plan listo, pero todavía no vamos a ponerlo en funcionamiento. Por supuesto, es una inversión enorme y necesita mucho espacio en la empresa. Todavía no es una necesidad para nuestra empresa y la gran calidad que tenemos este año no imprime urgencia a esa necesidad".
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