Las setas silvestres son un producto difícil de comercializar ya que ni los volúmenes ni la calidad se pueden controlar. Sin embargo, hay empresas que con la comercialización de semillas o micelio, ayudan a los productores de las mismas a que su trabajo sea más organizado. “Nuestros clientes cultivan diferentes variedades de hongos como Shiitake, Pleurotus Osttreatus (Ostra), Pleurotus Eryngii (Reina Ostra), Ganoderma Icidum (Reishi), o Agrocybe Aegerita (Pioppino)”, explica Filipa Vieira, de Aromas e Boletos.
La principal forma en la que se puede potenciar la producción silvestre es insertando “árboles de micorrizas como el castaño, resistente a enfermedades comunes, pinos, robles o encinas. Estas especies producen hongos silvestres como el Boletus Edulis, la trufa negra y LLactarius Deliciosus”.
Por otra parte, esta empresa portuguesa también cuenta con innovaciones en el área de los alimentos, “utilizando simples procesos de transformación de hongos”. De esta forma, desarrollan productos como el té Reishi, harinas de champiñones, etc.
Países productores y comercializadores de hongos silvestres, como España, Francia, Italia o Australia, ya utilizan estos métodos para poder controlar el volumen de producción que se oferte en el mercado. Aunque, “nunca es una cantidad segura precisamente por las características del producto en sí”.
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Filipa Vieira
Aroma e Boletos
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