La temporada 2017/2018 de cerezas se presenta con altos volúmenes de producción, buena calidad y perspectivas favorables de comercialización. Así lo demuestra el pronóstico de cosecha del Instituto de Desarrollo Rural (IDR) y la evaluación propia de los productores.
Según el informe del IDR, esta temporada se cosecharán 5.901 toneladas de cereza, el volumen más alto de los últimos cinco años. Entre 2013 y 2015 el sector nunca superó las 3.500 toneladas anuales y en 2016, aunque no hubo pronóstico oficial, se estima que la producción promedió las 2.000 toneladas. En esta oportunidad, los muestreos se hicieron sobre las variedades Bing, Lapins y Rainnier las cuales representan más del 60% de la superficie plantada.
Alberto Carleti, productor de cerezas y presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de Tunuyán, explicó que las condiciones climáticas de los últimos meses han sido óptimas para los cultivos, pese a las lluvias registradas durante la última semana. “Todo indica que tendremos un buen volumen de producción en la provincia”, comentó.
También Diego Aguilar, presidente de la Cámara de Cerezas de Mendoza, consideró que el volumen producido esta temporada será “muy bueno”, en ambos oasis productivos. Cabe recordar que la producción de cerezas de Mendoza se concentra en Valle de Uco (Tupungato, Tunuyán y San Carlos) y en el oasis norte (Las Heras, Luján de Cuyo y Maipú).
“En algunas zonas se ha conseguido un rendimiento de entre 8.000 y 9.000 kilos por hectárea, un volumen que está cerca de ser el ideal para la provincia”, agregó.
Similar fue el análisis de Fernando Güizzo, de Güizzo Frutas Frescas, quien se mostró conforme con el volumen producido. “Con la combinación de variedades hemos conseguido buenos volúmenes. Es difícil determinar cuál es la situación general del sector pero las condiciones climáticas han sido buenas y los cerezos que han sido debidamente podados y raleados, han tenido buen rendimiento”, apuntó.
Otra buena noticia para los productores es que los calibres obtenidos están dentro de los parámetros normales. Los productores consultados conocieron que más del 50% de las cerezas superarán este año los 26 mm y algunas variedades estarán por arriba de los 28 mm.
También es bueno el balance en lo que respecta a calidad. Para los productores, las cerezas cumplirán con las altas exigencias del mercado de exportación.
Esperan mejores precios
Como lo dejaron claro los productores de cerezas, la temporada 2017/2018 no sólo tiene buen volumen de producción sino que además tiene buena calidad, lo que permitiría a los empresarios recuperarse en el mercado externo y mejorar los precios en el mercado interno.
"Por las características de la cosecha, tenemos buenas expectativas en las ventas a los mercados internacionales. Los problemas económicos internos y las malas cosechas de los últimos años nos han hecho perder lugar en el exterior, pero ahora las condiciones están dadas para que empecemos a recuperarnos", aseguró Carleti.
"Lo positivo es que si conseguimos un buen desempeño en el mercado de exportación, lograremos quitar presión al mercado interno (por reducción de stock) y conseguiremos una recuperación de los precios", explicó Carleti.
Coincidió con esa lectura Fernando Güizzo. "Si no exportamos, el precio en el mercado interno no va a ser conveniente para los productores y el sector entero correrá riesgo", indicó.
Diego Aguilar se mostró de acuerdo con esa observación, pero se mostró optimista con respecto a las ventas. "El mejoramiento del tipo de cambio hizo que las exportaciones volvieran a ser una alternativa para los productores. En temporadas anteriores no estaban dadas las condiciones para enviar los productos al exterior y como consecuencia se derivó mucho más volumen al mercado interno. Ahora la realidad es otra y esperamos un mayor retorno para los productores", explicó.
Según Alberto Carleti, el sector apuesta fuerte a los mercados tradicionales, como Hong Kong y la Unión Europea, pero también tratará de avanzar en China.
"Argentina está trabajando para resolver las trabas de condiciones fitosanitarias que no nos permiten el ingreso a ese país. Las negociaciones vienen lentas pero tenemos buenas expectativas", apuntó.
Diego Aguilar también se refirió al tema y protestó por el accionar de algunos organismos públicos. "China es el gran consumidor de cereza del mundo y paga un valor más alto que el general del mercado. Por eso es importante exportar a ese país", indicó.
"El problema es que el ingreso es muy difícil, porque China tiene su propio sistema de certificación de productos y los inspectores son muy exigentes", continuó.
"El Senasa, Cancillería y el Ministerio de Agroindustria están negociando por la situación de cada producto por separado y han dejado la cereza para el último lugar.
Sólo el Iscamen ha trabajado como es debido. Necesitamos que se destraben las negociaciones o seguiremos perdiendo oportunidades", lamentó.
Piden un nuevo censo
Más allá de los pronósticos de cosecha, los productores demandan que el IDR desarrolle un nuevo censo en la provincia para poder determinar cuánta superficie implantada existe actualmente.
El último censo realizado por el Instituto fue en 2010. En ese momento había 1.151,4 hectáreas con cerezos dentro de Mendoza, pero la realidad hoy es muy diferente.
"En los últimos años cayó mucho la superficie cultivada por culpa de las malas cosechas y las condiciones macroeconómicas desfavorables", apuntó Carleti.
"Sabemos que hay entre 600 y 700 hectáreas con cerezos en Mendoza, pero necesitamos un dato más preciso para poder trabajar con un panorama más claro", agregó.
Crece el temor por la falta de mano de obra para la cosecha
Faltan pocos días para la etapa fuerte de la cosecha de cerezas (primera quincena de diciembre) y los productores aún no se aseguran contar con la mano de obra suficiente.
Alberto Carleti, explicó a Los Andes que no es posible implementar técnicas de cosecha mecanizada para la cereza, porque se corre un alto riesgo de que se produzcan daños irreparables en la fruta".
El problema, más allá del costo que implica mantener una cuadrilla de personal, es que falta mano de obra para cosechar y mucho más en temporadas con altos rendimientos en otros productos.
Es lo que ocurre por ejemplo con el ajo, cuya época fuerte de cosecha coincide con la de la cereza. Incluso el sector de la construcción demanda mucho personal que habitualmente se inclina por el trabajo en el campo.
"Tenemos el agravante de que la mano de obra debe ser calificada. Se requiere conocimiento y experiencia para poder cosechar la cereza de forma correcta sin dañar la fruta", agregó Carleti.
"Además hay poco tiempo para levantar toda la cosecha. La mayor parte de la cereza que se produce en Mendoza tiene como destino el consumo en fresco y una vez que la fruta madura, el tiempo para llevarla a la mesa es relativamente corto. Por eso debemos disponer de toda la mano de obra necesaria en el momento adecuado", concluyó.
Fuente: losandes.com.ar