"Unos precios así para un producto que está sano y es de alta calidad resultan ofensivos para la agricultora y para la dignidad del productor", afirma Giorgio Salimbeni, presidente del Consorzio della Clementina Calabrese IGP.
"Es imposible continuar así, sobre todo cuando los volúmenes son un 30% inferiores a la media y de excelente calidad. Estas políticas de la gran distribución nos dejan de rodillas y ayudan a los delincuentes y al 'caporalato'. Necesitamos normas, el ministro Martina debe hacer algo".
"Es imposible continuar así, sobre todo cuando los volúmenes son un 30% inferiores a la media y de excelente calidad. Estas políticas de la gran distribución nos dejan de rodillas y ayudan a los delincuentes y al 'caporalato'. Necesitamos normas, el ministro Martina debe hacer algo".
Antonio Schiavelli, presidente de la unión nacional de productores UNAPROA, añade que "no es posible aplicar precios tan bajos. Reducir el valor de un producto tan excelente daña a la propia distribución organizada, porque se queda sin márgenes".
"Supone también una falta de respeto a quienes trabajan la tierra, al valor real de un producto. No es ético".
"Necesitamos un cambio radical. De lo contrario, una diferencia de tan solo unos céntimos perjudicará a la agricultura del sur de Italia y de Calabria en particular de forma irreparable".