El sector agrario cierra un 2017 marcado por la sequía, por una comunicación sobre la PAC post 2020 que despierta recelos sobre una posible renacionalización, por el avance de la Xylella, nuevos acuerdos con terceros países y hasta un conflicto comercial con EEUU por la aceituna de mesa.
Fenómenos meteorológicos extremos, volatilidad y debilidad de los productores en la cadena de valor pesaron como una losa sobre un sector primario cada vez más dimensionado -entre 2013 y 2016 se han perdido 20.000 explotaciones, según datos del INE, lo que da muestras de la reestructuración sectorial- y fuerte vocación exportadora.
El año ha sido especialmente dramático en lo climatológico con fuertes heladas de primavera y sequía posterior, sin contar con los pedriscos o con los incendios que asolaron el rural gallego.
La situación de los embalses es delicada. En este contexto, el Gobierno mantiene una intensa agenda para alcanzar un Pacto Nacional por el Agua consensuado y con garantía de continuidad a largo plazo, que de momento no se ha materializado.
Las cotizaciones repuntaron en la mayor parte de los cultivos: vino, aceite o frutas.
Acuerdos comerciales
En 2017 entró en vigor el acuerdo de libre comercio de la UE con Canadá (CETA); se cerró el tratado con Japón -que podría facilitar la exportación de alimentos y bebidas españolas-; aunque la llegada de Donald Trump a EEUU dejó el TTIP en “stand-by”.
En junio se conocía que la temida bacteria Xylella fastidiosa colonizaba los almendros en Alicante -tras extenderse como una mancha de aceite por Baleares, desde octubre de 2016- causando “un terremoto” en el sector, que teme la extensión de la peor plaga conocida en la agricultura, de efectos demoledores.
Brexit, proteccionismo y aceitunas
Ha sido un ejercicio marcado por el primer “acuerdo de divorcio” entre la UE y el Reino Unido, el auge de movimientos antieuropeos y las tensiones políticas en Cataluña -que avivaron el boicot a alimentos de esta tierra-.
Un año en el que el proteccionismo escribe nueva etapa y EEUU anunciaba en noviembre la imposición de un arancel preliminar a la aceituna de mesa negra española al considerar que se importa por debajo de su precio de mercado por las subvenciones.
Ese mismo mes, el comisario europeo Phil Hogan presentaba sus directrices para la reforma de la PAC post 2020, que quiere ser “más simple y flexible”, si bien las organizaciones agrarias temen la “renacionalización” y fuentes de la Eurocámara un recorte de los fondos en un 15 % o 30 % por el “agujero” del “brexit” y por los nuevos retos que debe librar la UE, como la inmigración.
Reglamento Ómnibus
De momento, la UE acaba de aprobar el “Reglamento Ómnibus”, que plantea mejoras técnicas y reconoce, por fin, la particularidad de las dehesas para acceder a las subvenciones, sin discriminación.
El glifosato centró este 2017 un agrio debate entre partidarios (agricultores) y detractores (ecologistas) pero, finalmente, la Comisión Europea decidía hace unos días la renovación para los próximos cinco años aunque con un matiz: dejará la responsabilidad de su autorización final a los Estados miembro.
Por su parte, este diciembre concluyó sin resultados la conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que queda en entredicho; el multilateralismo “hace aguas”.
El 2018 abrirá incertidumbres por la sequía y también en lo legislativo, para el campo, pendiente de las propuestas para la PAC, que hasta ahora deja “una lluvia” de 7.000 millones al año.
Fuente: Efeagro.com