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Hortifrut quiere seguir conquistando el mundo con sus socios

Cuando Víctor Moller creó Hortifrut se imaginó un proyecto ambicioso: suministrar berries a todo el mundo, los 365 días del año. Una meta que hoy no parece descabellada, pero la gracia es que Moller lo pensó hace más de 35 años, cuando la idea de convertirse en una plataforma global como Uber o Airbnb era impensable.

Pero Hortifrut lo logró. Hoy tiene cerca de 30 socios productores distribuidos en el mundo, proveedores y genetistas que están constantemente pensando en soluciones para hacer más eficiente la producción y que han llevado a la compañía a comercializar sus productos en 37 países, desde los cuales son capaces de abastecer con toda la categoría de berries frescos a los más importantes mercados del mundo y llegar a más de 500 clientes que, a su vez, representan a cientos de millones de consumidores. Este track récord ha permitido a Hortifrut convertirse en el principal productor de arándanos del hemisferio sur y la compañía más grande del mundo tanto en su comercialización como en su producción.

Su fundador y presidente, Víctor Moller, cuenta que el proceso no ha sido fácil. Partió recorriendo el mundo entero buscando los mejores socios que pudieran sumarse a la plataforma de Hortifrut que -literalmente- va desde la genética a la colocación del producto en la góndola de los supermercados. Así plantó la semilla de la firma en Estados Unidos, conquistando la costa oeste, que le permite abastecer a un mercado de 400 mil toneladas (el más grande del mundo). El último paso en ese país fue la asociación con Munger Brothers. Si bien la intención original era fusionar las operaciones de berries, finalmente se creó una sociedad para producir.

En Europa, el año 2000, junto al mayor productor de arándanos en España crearon Hortifrut España, que sumado a las operaciones que tienen en Marruecos, les permite abastecer a ese mercado.

En Chile, en 2013 se fusionó con el segundo exportador de arándanos del hemisferio sur, VitalBerry, de las familias Elberg y Del Río, y a fines del año pasado selló el acuerdo para incorporar al grupo peruano Rocío (familia Quevedo) a la propiedad de Hortifrut, al fusionar las operaciones del principal productor de arándanos de ese país, con un volumen de 15 mil toneladas e ingresos por US$ 100 millones, considerando el periodo septiembre 2016-septiembre 2017. Según los últimos resultados de la peruana a septiembre de 2017, permitirá a Hortifrut duplicar su Ebitda tras la fusión.

Los últimos movimientos han sido aplaudidos por el mercado, de hecho, cuando se anunció el acuerdo en Perú, los títulos de la firma subieron y cerraron el año con una rentabilidad de 51,83%.

Pero los planes de expansión suman y siguen. Como dice Moller, “incorporamos a los socios a Hortifrut y juntos vamos por el mundo conquistándolo”. Ahora los ojos también estarán puestos en Asia. Allí, Hortifrut tiene un acuerdo con Joy Wing Mau, empresa líder en la industria frutícola de China, que a través de 40 centros de distribución, cubre 80 ciudades y tiene tres millones de clientes. Con ellos podrán abastecer de berries a ese país prácticamente el año redondo en un año más. Hoy, Hortifrut cuenta con producción en 10 países en ambos hemisferios: China, Sudáfrica, Marruecos, España, Estados Unidos, México, Brasil, Argentina, Perú y Chile.

Moller asegura que la hazaña de Hortifrut puede replicarse en otros sectores, “Chile está obligado a globalizarse, a aprender distintos idiomas, de tener una juventud abierta al mundo, que rápidamente se incorpore a este mundo de innovación y tecnología y no se dedique a políticas fanáticas y antiguas, sino que a modernizarse”, sentencia.


Fuente: latercera.com
Fecha de publicación: