Las fresas son una fruta de especial importancia en la dieta mediterránea gracias a su alto contenido de nutrientes esenciales y sustancias fitoquímicas beneficiosas, que a su vez parecen tener efectos biológicos relevantes sobre la salud humana. Las antocianinas y los elagitaninos son los compuestos antioxidantes más importantes.
Si bien los compuestos fitoquímicos individuales se han estudiado por sus actividades biológicas, tan solo unos pocos estudios han demostrado el efecto de las frutas enteras en los humanos.
En un artículo de Italus Hortus escrito por un grupo de investigadores de la Universidad Politécnica de las Marcas se examina el aporte nutricional y el contenido de biocompuestos de las fresas, así como el modo en que el periodo de cosecha, el genotipo y la conservación afectan a la calidad nutricional.
La composición polifenólica varía en función de la fase de maduración y del periodo de cosecha. Por ejemplo, la fruta inmadura tiene una mayor concentración de compuestos fenólicos y una mayor capacidad antioxidante que la fruta madura.
A partir de la comparación entre diferentes cultivares y periodos de cosecha (fruta verde inmadura, fruta rosa y fruta roja madura) se observó que las fresas no maduradas de todos los genotipos tienen un mayor contenido de compuestos fenólicos que las frutas rosas y rojas.
Las fresas contienen muchos componentes importantes para la salud humana, como vitaminas, minerales, folatos y fibras, y también son una fuente de compuestos fitoquímicos (polifenoles en particular).
De hecho, los compuestos fenólicos son conocidos por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, pese a que investigaciones recientes han revelado nuevos aspectos interesantes. De hecho, se ha demostrado que su bioactividad podría tener efectos cardiovasculares, antiproliferativos y neurológicos. Algunos posibles efectos beneficiosos de las fresas se refieren a la prevención de inflamaciones, del estrés oxidativo, de enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas, de algunos tipos de tumores, de la diabetes tipo 2 y de la obesidad.
Dado el valor nutricional y nutracéutico de las fresas, muchos estudios han demostrado que sería preferible mantener al mínimo los procesos y tratamientos industriales.
Cada vez se llevan a cabo más pruebas in vitro sobre la absorción, el metabolismo y la distribución tisular de los compuestos fenólicos. Poder expresar estos resultados también in vivo sería de fundamental importancia para comprender mejor los mecanismos y los factores que gobiernan la biodisponibilidad de estas sustancias. De esta forma, podrían desarrollarse nuevas fresas funcionales todavía más beneficiosas.
Fuente: 'Il profilo nutrizionale della fragola ed il suo impatto sulla salute dell'uomo', 2013, artículo nº. 19, Italus Hortus, vol. 20 (1).
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Bruno Mezzetti Dipartimento di Scienze Agrarie, Alimentari ed Ambientali, Università Politecnica delle Marche