México: El chile habanero tiene potencial en Baja California
¿Podría el chile habanero producirse en Baja California? Investigadores de la Facultad de Ingeniería y Negocios San Quintín, de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), experimentan con el cultivo de chile habanero en condiciones de invernadero, modalidad en que han logrado incrementar el rendimiento de la planta.
A campo abierto
En el poblado de Santo Tomás, al sur del municipio de Ensenada, Baja California, un productor se aventuró en el cultivo de chile habanero a campo abierto desde la década de 1990, donde produce entre 100 y 120 toneladas anualmente.
José Alfredo García Gómez, empleado de la empresa familiar, mencionó que hasta ahora el chile habanero ha sido producido con moderación y ocupa una superficie de cultivo que va de las 8 a las 10 hectáreas; la mayor parte se comercializa para consumo del mercado nacional.
Observó que el clima en Santo Tomás es árido y no se cuenta con las condiciones idóneas para el cultivo, sobre todo en la temporada de invierno, cuando la temperatura desciende y el cultivo se pierde por el congelamiento de las plantas. “Aquí el chile habanero en cuanto llega una helada, en noviembre o diciembre, el cultivo se quema, se congelan la fruta y las hojas, entonces ese es el problema, que no lo podemos seguir cultivando”, comentó Alfredo García.
La maestra Aurelia Mendoza Gómez, profesora investigadora de la Facultad de Ingeniería y Negocios San Quintín y líder del cuerpo académico de Agricultura Protegida en Zonas Áridas, considera que el mercado del chile habanero es atractivo para los agricultores mexicanos y puede convertirse en una alternativa para los productores de Baja California.
“Sabemos que es una materia prima que nos puede dar otras alternativas, en la industria principalmente, queremos que los productores vean que sí funciona, estableciendo lotes demostrativos en las regiones agrícolas de San Quintín, Ensenada y Mexicali, para poder transferir esa tecnología y que se pueda adoptar como un cultivo alternativo”.
Población F2
En 2013, la maestra Aurelia Mendoza emprendió los primeros experimentos con el cultivo de chile habanero bajo condiciones de invernadero, considerando que San Quintín es una región que difícilmente cumpliría con las características climáticas que exige para cultivarse a campo abierto.
Ese año, la investigadora y sus colaboradores adquirieron semillas de un híbrido comercial de Yucatán, lo establecieron en invernadero y obtuvieron rendimientos favorables: un promedio de 80 toneladas por hectárea.
“Mi área de especialización es genética de plantas, entonces trabajo con el mejoramiento genético y propusimos continuar con un mejoramiento para ya no tener que traer una variedad o híbrido de Yucatán, sino producir en Baja California nuestras propias variedades de chile habanero”.
Con este objetivo autofecundaron la planta, extrajeron la semilla del híbrido y lo nombraron población F2, logro a partir del que nace el proyecto para buscar una nueva producción de semillas, adaptadas al clima de Baja California.
Fuente: conacytprensa.mx