España: Aragón espera más kilos de fruta, pero de peor calidad
En las zonas con más actividad frutícola de Aragón se ha calculado la llegada de más de 20.000 temporeros. En el caso del Bajo Aragón-Caspe, se computan algo más de 3.000. La mayoría de ellos son de procedencia extranjera, especialmente de países del este, pero también subsaharianos y marroquíes. En cuanto a temporeros españoles, cada vez son menos, y proceden del sur del país. La población autóctona ha bajado considerablemente en el trabajo frutícola en los últimos años. Además, desde UAGA afirman que sigue existiendo una "falta de mano de obra" importante, ya que se están perdiendo los temporeros que vienen del sur, que todavía no han terminado otras campañas que se han alargado más de lo habitual.
El momento de la cereza
En este momento se está recogiendo la cereza, de la que se esperan más de 500.000 kilos en total en la Comarca del Bajo Aragón-Caspe. Las zonas que más campos cuentan con este fruto son Chiprana, Caspe y Maella. A continuación será el turno de la nectarina, el albaricoque y el melocotón. En la comarca también se cultiva el paraguayo y la pera. "Es importante que los agricultores asuman que la primera recogida no va a tener la calidad esperada por el mal tiempo que está haciendo en la zona de Caspe", explica Francisco Ponce, secretario provincial de UAGA en Zaragoza. Muchas de las cerezas han acabado con roces y erosión debido al granizo de hace unas semanas y a las altas rachas de viento, que ayer llegaban hasta los 33 km/hora en la Ciudad del Compromiso.
El año pasado el problema del inicio de la temporada, por la que se perdió casi el 25%, fue por el gran volumen de precipitaciones, este 2018 la culpa la ha tenido el viento. Debido a la fuerza del cierzo, las ramas de los árboles rozan con los frutos y estos se ponen de un color amarronado que hace que no sean tan atractivos visualmente. Además, con esta erosión, los frutos pueden pudrirse antes. "Todo esto se traducirá finalmente en una depreciación importante del 60-70%", asegura Ponce.
Las grandes cadenas de supermercados y el comercio extranjero exigen una fruta con una calidad muy alta y sin defectos, por lo que esto podría ser un problema. Sin embargo, muchos agricultores "pactan" un precio antes de comenzar a recoger y exportar, por lo que no se notará tanto la depreciación como en el comercio nacional, donde sí que hay más competencia. "El retraso del comienzo de la campaña va a ser algo positivo porque así va a evitar que se coja la fruta antes de tiempo en mal estado", explica Ponce.
Fuente: lacomarca.net