Está recibiendo este mensaje porque es la primera vez que visita nuestro sitio web. Si continúa recibiendo este mensaje, habilite las cookies en su navegador.
Está usted usando un software que bloquea nuestros anuncios.
Ya que publicamos noticias gratuitamente, dependemos de los ingresos de nuestros banners. Por favor, le rogamos que desactive su bloqueador de anuncios y recargue la página para poder seguir visitando esta web. ¡Gracias!
You are receiving this pop-up because this is the first time you are visiting our site. If you keep getting this message, please enable cookies in your browser.
China y EE. UU. ponen fin a la guerra comercial
La prensa oficial de China dio la bienvenida a los consensos alcanzados el sábado por los negociadores de este país y de EE. UU. en Washington, y concluyó que se ha evitado una guerra comercial entre las dos mayores economías mundiales.
"Pekín y Washington salieron de unas negociaciones tensas y difíciles con el acuerdo de no implicarse en una guerra comercial", destacó en un artículo de opinión la agencia oficial Xinhua, que aseguró que en anteriores rondas negociadoras el Gobierno de EE. UU. había planteado condiciones previas "nada razonables".
De acuerdo con Xinhua, el comunicado conjunto emitido por ambos países tras la visita a EE. UU. del viceprimer ministro chino, Liu He, envía el mensaje de que "las dos mayores economías mundiales están dispuestas a sortear sus diferencias con el consenso logrado por sus dos presidentes" (Xi Jinping y Donald Trump). También señala que "cualquier acción unilateral a expensas de la otra parte estaba condenada a fracasar".
Washington y Pekín acordaron el sábado que el segundo de estos gobiernos adoptará medidas para aumentar las importaciones de productos y servicios estadounidenses a China, con el fin de reducir el creciente déficit comercial que EE.UU. tiene con el país asiático.
En concreto, se impulsarán las exportaciones estadounidenses de productos agrícolas y del sector de la energía, subrayó la prensa oficial china, lo que bajo su análisis "hará crecer la economía estadounidense" y "diversificará y optimizará la oferta de productos para el bienestar del pueblo chino".
Pese al principio de acuerdo del sábado, EE. UU. no ha conseguido que China se comprometa a una reducción del déficit comercial de 200.000 millones de dólares, ya que en principio no se ha establecido un objetivo cuantitativo.