Así lo defiende Miguel Martín, presidente de la Asociación Palmera de Agricultores y Ganaderos (ASPA), quien señala como primera medida la obtención del sello de Identificación Geográfica Protegida (IGP), del que ya disfrutan otros productos agrícolas como el Plátano de Canarias.
Este sello de garantía es particularmente importante para La Palma dado que es la isla que primero exportaría el producto, no solo porque lidera el cultivo en Canarias, sino porque además el mercado interior es mucho más pequeño que el de Tenerife o Gran Canaria. Martín defiende que es más sencillo entrar en el mercado internacional con un producto como el aguacate, del que hay más demanda que oferta, que, por ejemplo, el plátano, donde está más copado.
No obstante, el presidente de ASPA insistió en la necesidad de avanzar hacia criterios de la calidad en la producción para que la Isla tenga potencialidad en la comercialización del aguacate. “Hay que dar los pasos para llegar a un producto excelente, en un mercado cada vez más exigente”, subrayó.