Es así como mucha de la fruta almacenada en las cámaras frigoríficas de la región que tenía como destino, hace meses atrás, el mercado interno está siendo reorientada hacia las góndolas brasileñas. La causa: la mejora competitiva generada por la paridad cambiaria. La devaluación que se registró desde el año pasado hace mucho más interesante hoy colocar una caja de manzanas o peras en el mercado de Brasil.
En los últimos doce meses la moneda local perdió más del 70% de su valor contra un real que lo hizo a una tasa de sólo el 20%. Un dato no menor a la hora de cerrar los retornos en pesos que percibe la actividad.
La última estadística brindada por el sector privado señala que en los primeros cinco meses del corriente año las exportaciones regionales de manzanas hacia el mercado brasileño totalizaron las 5.889 toneladas, cifra 60% superior respecto del mismo período del año pasado.
Las colocaciones valletanas de peras, al 30 de mayo de este año, llegaron a las 46.271 toneladas, mostrando una caída interanual cercana al 7%.
“Para el segundo semestre puede que algunas empresas prevean direccionar sus ventas a Brasil teniendo en cuenta la competitividad cambiaria que tenemos”, confió Pablo Cervi, titular de la CAFI, al ser consultado por el tema. El empresario destacó que es probable que este año se venda más fruta al vecino país, y más aún si la demanda en el mercado interno no reacciona.
En este sentido, la crisis económica que está atravesando argentina no ayuda a consolidar el consumo de frutas. Y todo indica que en el segundo semestre no existirán grandes cambios de tendencia.
“Brasil sigue siendo un mercado importante para el Valle. El desafío es ahora negociar un nuevo protocolo sanitario porque creemos que las sanciones son excesivas. Mercosur es una alianza estratégica y sobre eso debemos trabajar”, confió Cervi.