Los precios del melón son bajos, en especial los del producto estándar. Hemos hablado con un mayorista de Rímini, Tazio Zavaglia, quien ha confirmado que hay mucho producto disponible, pero que la calidad no siempre es alta. "Tal vez sea por el tiempo, pero hay muchos lotes que no son buenos. Nuestra función como intermediarios es elegir los mejores productos, así que tenemos que tomar decisiones. Sabemos que muchas veces no depende de los productores, pero los consumidores finales deben tener lo mejor".
Por lo general, hay buenos calibres y hay frutas que destacan por su sabor. "Personalmente, prefiero los melones lisos y también se nota la diferencia en las ventas. Tengo tiendas que compran un 90% de melones lisos. Los consumidores tradicionales creen que solo existen melones asurcados, pero cuando su frutero de confianza les habla de los lisos, ya no vuelven a los otros".
"Sin embargo, los supermercados compran más melones asurcados, en especial cuando no hay personal que pueda dar explicaciones. Creen que los consumidores compran con los ojos y por hábito, así que prefieren las variedades tradicionales".
"Puede parecer raro, pero, en cuanto a melones, el sur de Italia está más organizado que el norte, en el sentido de que muchos pequeños productores trabajan con un número limitado de comerciantes que fijan un precio y no bajan de ahí. Creo que si los productores ganaran una cantidad justa, todos los beneficiaríamos y los consumidores finales tendrían un producto de calidad alta a un precio justo".