Así lo ha asegurado Carlos Dobado, el gerente de “El Ajero”, la cooperativa más importante de ajos de Extremadura, ubicada en Aceuchal (Badajoz), municipio que concentra todas las empresas que comercializan el ajo extremeño excepto una, que se encuentra en Badajoz.
Cuando está a punto de terminar la campaña de recolección, Dobado ha afirmado a Efe que, aunque en la cooperativa apenas sentirán la disminución de la cosecha, en general se prevé que sea más corta que el año anterior debido a la meteorología, con lluvia y humedad. En esta cooperativa, que trata el 25 por ciento de la cosecha de Extremadura, preven llegar a las 5.000 toneladas recogidas por los 60 cooperativistas que tienen.
La mayor parte del ajo extremeño que se dedica a la exportación tiene como destino Brasil, Estados Unidos y Canadá, que supone un 70 por ciento, y el resto son países europeos, ha apuntado Dobado.
Al margen de la política estadounidense, el ajo de Aceuchal cuenta con otros problemas como el de la mano de obra para recoger toda la cosecha en apenas un mes y medio.