La fuerte sequía y las altas temperaturas casi ininterrumpidas que se están dando en el centro y norte de Europa desde el mes de mayo, están derivando en fallos de producción importantes en las producciones locales de lechuga y otras hortalizas de hoja. Grandes cadenas de distribución de estos países intentan abastecerse como pueden y llaman también a las puertas de los productores españoles, que no suelen programar sus cultivos para estas fechas. La demanda es alta y la oferta es limitada en países como Reino Unido, Alemania y Suiza. Los precios de la lechuga iceberg para la industria del procesado rondan 1 euro el kilo.
"Las producciones en el norte de Europa y Reino Unido se han adelantado por las altas temperaturas y ahora están habiendo huecos que les dificultan la continuidad del suministro", cuenta Ginés Navarro, de la empresa murciana Agridemur, especialista en la producción y distribución de ensaladas. "Muchas empresas con las que trabajamos en invierno nos están demandando producto, especialmente espinacas desde Reino Unido", añade.
Ginés Navarro explica que el periodo de mayor producción de hortalizas de hoja en las principales zonas de cultivo españolas va desde octubre hasta mayo.
"Nosotros seguimos cultivando lechuga durante todo el verano, gracias a que contamos con infraestructuras para desplazarnos a zonas más altas y con temperaturas más suaves para poder seguir produciendo. No obstante, y al igual que la mayoría de los productores de hortalizas de hoja en Murcia, nuestras producciones están programadas según contratos, tanto en invierno como en verano, prácticamente en su totalidad. Es cierto que hay productores que producen para el mercado libre en invierno, pero en verano prácticamente todo se destina al mercado nacional y está ya programado. Por esta razón, poco podemos hacer", señala.