El día fatídico fue el 29 de junio con una tarde noche en la que pareció que el cielo se iba caer sobre buena parte del sur de la provincia, siendo Fresno de la Vega una de las localidades más afectadas. "Arrasó con el 80% de las parcelas", asegura el regidor. Pimientos, principalmente, pero también brócoli, puerros, coliflor... quedaron seriamente dañados. "Las pilló en floración y rompió todas las copas. Algunas plantas han rebrotado, pero están muy retrasadas y el producto es muy pequeño cuando tenía que estar casi para recogerse".
Fresno de la Vega es un municipio cuya base económica está, precisamente, en la huerta y en las industrias conserveras y distribuidoras que han surgido a su vera. Según los datos facilitados por el alcalde, la localidad cuenta con unas 300 hectáreas dedicadas al cultivo de hortalizas. La producción de pimientos anual se sitúa en torno al millón de kilos, con lo que este se espera que apenas se llegue a los 300.000.
La hortaliza es, además, un producto muy delicado. Y más en el caso de Fresno de la Vega en donde el 70% se vende en fresco por lo que tiene ir en perfectas condiciones. El otro 30% se transforma para su distribución en conserva.