Durante años numerosas plantaciones sufrieron los estragos de la mosca frutal oriental, una de las especies más invasivas del mundo, capaz de infestar a más de 470 tipos diferentes de plantas, apreció la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Según el organismo, una herramienta fundamental para enfrentar el problema fue el manejo integral de los cultivos y el empleo de la técnica de insectos estériles (TIE).
La vieja usanza era acudir a 'más y más pesticidas', pero 'los químicos nos enfermaron a muchos, y no podíamos controlar las moscas de la fruta lo suficiente como para eliminar distintas barreras comerciales', relató el agricultor Chanapol Hoharn.
El cambio tecnológico fue posible a partir de un proyecto respaldado por distintas instituciones tailandesas, el OIEA y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
'Después de agregar moscas estériles a nuestros métodos de control de insectos, solo nos llevó algunos años cumplir con los estándares de exportación', señaló el jefe del distrito de Trok Nong, Preecha Kanayat.
'Hoy estamos exportando alrededor de cuatro mil toneladas de frutas de alta calidad cada año, y como no necesitamos usar pesticidas, somos considerados respetuosos con el medio ambiente y tenemos acceso a mercados que nunca antes hubiéramos podido obtener', comentó.
La TIE es una forma de control de plagas de insectos que utiliza radiación ionizante para esterilizar insectos machos producidos en masa en instalaciones especiales de cría.
A juicio del OIEA, figura entre las tácticas de control de plagas más amigables con el medio ambiente, utilizada también de manera exitosa en el caso de las moscas tse-tse.