Al ver el extraño color de los gajos, Moffit revolvió en la basura para comprobar los que ya se habían comido su hijo y comprobó que también exhibían manchas moradas que iban aumentando de tamaño.
Lo primero que piensas al ver la imagen es que uno de los niños la ha teñido con tinta de rotulador y todo esto no es más que una elaborada broma. Eso mismo es lo que pensaron los científicos del Departamento de Salud y Medioambiente de Queensland en 2015, cuando otro residente les alertó de un caso similar.
No era tinta, ni ningún tipo de colorante alimentario. De hecho la fruta también dio negativo en yodo, un elemento que explicaría el cambio de color. La hipótesis es que la naranja ha entrado en contacto con alguna sustancia que la ha hecho cambiar de color de esa manera, pero los análisis realizados en 2015 no sirvieron para encontrar una causa que explicara el extraño fenómeno de coloración. Ahora tienen una segunda oportunidad.
La nueva naranja que ha cambiado de color ha sido recogida por científicos del Departamento de Ciencias Forenses de Queensland, que también se han llevado el cuchillo que se usó para cortarla y el afilador del cuchillo. Con todas esas pruebas esperan poder determinar de una vez por todas la causa del cambio de color. Lo que sí sabemos es que el proceso no es peligroso para la salud. Los hijos de la señora Moffitt no han experimentado problema de salud alguno.