No obstante, Pekín primero debe convencer al Departamento de Agricultura de los Estados Unidos de que su manzanas son seguras para el consumo y que no incluirán pesticidas que podrían destruir cultivos y apetitos por igual.
Una vez ocurra eso, los productores estadounidenses temen que las manzanas chinas puedan inundar las tiendas de alimentación del país y se conviertan en un ingrediente habitual de las tartas de manzana, lo que les concedería una significativa ventaja de precio sobre las manzanas Granny Smith, Winesap y Fuji cultivadas en Estados Unidos.
“El acceso al mercado de Estados Unidos ha sido una prioridad máxima para China", señala Mark Seetin, director de asuntos regulatorios y sectoriales de la U.S. Apple Association (Asociación de la Manzana de Estados Unidos), un grupo del sector.
China produce casi diez veces más manzanas que los agricultores estadounidenses, por lo que tendría mucho que ganar con la apertura del mercado de Estados Unidos, donde el 80 por ciento de las manzanas proceden del estado de Washington.
Fuente: washingtontimes.com