"Transit time" demasiado largo"

España: Consumo de piña influenciado por sus condiciones en los puntos de venta

El mercado español dispone de grandes cantidades de piña en su mayoría comercializadas por grandes multinacionales del sector.

Y es que las piñas que suelen llegar de América Central a España, en general, cuentan con una media de 25 días desde el momento en que fueron recolectadas, al tener que pasar primero por el puerto de Rotterdam en Países Bajos y más tarde el puerto de Marín, en Galicia, para ser distribuidas al resto del territorio español, lo cual impide que a su llegada a los lineales puedan almacenarse mucho más tiempo sin que estas pierdan sus propiedades organolépticas.

De esta preocupación nace la metodología de trabajo de la pequeña operadora BriBri Fruits, con sede en Barcelona y participaciones con agricultores de Costa Rica, extremadamente sensibilizada con la calidad de todos sus productos.

Bribri Fruits busca diferenciarse en el mercado especializándose en la producción e importación de piñas MD2 de pequeño calibre, entre otros, y con un transit time tras su cosecha de no más de 12 días.

“Trabajamos con pequeñas cooperativas en Costa Rica donde se encaja la fruta unos cinco días antes de su salida hacia Europa, por lo que llegan directamente al puerto de Tarragona en un tiempo de entre doce y trece días y se asegura un producto con alrededor de quince días de vida útil en el punto de venta”, indica Rubén Sorroche. “Sin duda, es un elemento diferenciador clave en materia de calidad y con un precio no muy superior al de las piñas convencionales que los canales de venta más exigentes saben apreciar. Sin embargo, la compraventa de piña en España, al igual que ocurre con muchos otros productos hortofrutícolas, está muy condicionada por el precio”, añade.

Por otra parte, Rubén Sorroche también apuesta por piñas de menos calibre tras analizar las nuevas tendencias de consumo. “Entre todos los calibres que ofrecemos al mercado, el 9 y 10, con un peso de 1.000/1.100 gramos, son los de tamaño más práctico, representando una o dos raciones que permiten su consumo total y así evitar la refrigeración del excedente y conservar todas sus propiedades”, afirma.