Si bien el volumen de manzanas es satisfactorio en todo el país (62.000 toneladas cosechadas, por encima del objetivo nacional fijado en 57.000 toneladas), su potencial comercial es harina de otro costal. Del 5 al 10 por ciento de las manzanas cosechadas en la zona francófona de Suiza no alcanzan los estándares requeridos en términos de diámetro para su comercialización. La causa es la falta de agua durante el verano.
Con la sequía, las plantas han florecido muy deprisa y, por tanto, los frutos son más densos, más dulces y también más pequeños que en temporadas anteriores.
Muchos productores se ven obligados a enviarlas a la industria transformadora: 130.000 toneladas de manzanas que no han alcanzado un calibre comercializable se transforman en sidra, tres veces más que en 2017. "El mercado solo quiere fruta bonita, manzanas con calibres de entre 65 y 75 milímetros", explica Luc Magnollay, fruticultor de la región de Etoy. "Sabemos que el consumidor compra mucho con los ojos".
Fuente: RTS.ch