México es un pueblo con una notable vocación y fuertes raíces agrícolas, lo que lo convierte en un país de origen rural que ha evolucionado para convertir la agricultura en uno de los sectores más dinámicos, con un gran crecimiento económico, tecnológico y de productividad, así como un gran desarrollo social.
El país se ha ganado el reconocimiento internacional como proveedor de clase mundial de productos agroalimentarios, con un superávit comercial en 2017 de $ 4.900 millones y un valor de exportación de $ 32.500 millones, un 14,3% más alto que el obtenido en 2016. En 2018, se espera que el valor de las exportaciones agroalimentarias del país aumente a $ 35.800 millones, con un incremento interanual del 10,2%.
Otros datos sobre el sector agroalimentario en México:
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Entre 2013 y 2017, 501.000 hectáreas fueron mejoradas con sistemas de riego modernizados. En el mismo período, más de 30.000 tractores fueron distribuidos a través de programas financieros gubernamentales.
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El sector de las berries se está desarrollando rápidamente a una tasa de crecimiento anual del 7,9%, acumulándose una superficie total de producción de 39.000 hectáreas, de las cuales el 89% está bajo cubierta protectora. Las berries ahora tienen un valor de exportación de $ 1.660 millones.
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Hoy en día, el sector de la horticultura en general tiene una infraestructura de 29.600 hectáreas de agricultura protegida con un valor de $ 6.500 millones. Solamente el negocio de exportación de hortalizas ha alcanzado un valor de $ 4.800 millones.
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Otros cultivos importantes orientados a la exportación que refuerzan la importancia del sector agrícola mexicano son el aguacate, con 188.704 hectáreas y un valor de $ 2.100 millones; el mango (188.664 hectáreas); el limón (170.736 hectáreas); la banana (77.982 hectáreas); la uva (30.917); los espárragos (26.992); y la papaya (17.037).
Cada año, durante los últimos 12 años, México ha realizado una inversión anual promedio de $ 3.900 millones en distribución de la producción y otros $ 1.450 millones en infraestructura (protección, poscosecha e irrigación). Se espera que esta inversión continúe creciendo a una tasa anual del 6,5% durante los próximos años.
La comunicación será clave en todos los esfuerzos futuros para introducir productos y servicios en México, desarrollar la presencia en el mercado y ganar la lealtad del sector. Las oportunidades son reales, debido al constante esfuerzo y compromiso entre los productores del país y sus socios para ser más productivos, eficientes, rentables, sostenibles y responsables. Todas las zonas de producción están abiertas a la innovación, el desarrollo tecnológico y la competitividad.
Fuente: AgriBusiness Global