Los agricultores de O Salnés prevén una campaña mejor que la de hace un año, pues la fruta tiene mayor tamaño, y hay más cantidad.
Ramiro Gómez, que tiene junto a un socio una empresa de comercialización de uva albariña y de kiwi, Dismaterra, afirma que "en principio la campaña parece que será buena".
"Como el verano fue muy seco, el kiwi tardó un poco en coger tamaño. Pero ahora, con la lluvia y el frío de las últimas semanas recuperó el tiempo perdido", afirma.
Tanto es así que calcula que el calibre medio estará entre las 30 y las 33 piezas por cada tres kilos, "que es el tamaño más vendible hoy en día". En 2017, el fruto era más pequeño.
Ramiro Gómez tiene una plantación de hectárea y media, y aunque considera que se trata de un cultivo muy interesante, le ve poco futuro en O Salnés, "porque hay pocos terrenos con la suficiente extensión, y los que hay están dedicados al vino albariño".
Su hermana, Sandra Gómez, es otra productora destacada, aunque en su caso vende a la cooperativa agraria Horsal. También ella tiene buenas expectativas. "Tuvo las horas de frío que necesitaba, y la fruta viene grande", sostiene.
Pero no todo es halagüeño. Rubén Vila, que es también socio de Horsal, asegura que el precio que reciben los agricultores anima poco a apostar por el kiwi. "Los precios están como siempre o peor. El más grande podemos cobrarlo a un euro el kilo, pero el doble, que está buenísimo, que madura muy bien, nos lo pagan a 30 céntimos. Eso es porque hoy en día comemos más por los ojos que por la boca".
Italia y Grecia
Aunque los grandes productores mundiales sean países australes, como la ya mencionada Nueva Zelanda o Chile, la campaña en estas regiones ya ha llegado a fin, de modo que el kiwi gallego no peleará contra ellos en el mercado, sino contra el italiano y el griego.
Ramiro Gómez afirma al respecto que "esos países producen mucho, y eso les permite ser muy competitivos en cuanto a precio. Pero nosotros les ganamos en calidad. El nuestro tiene otro sabor. Hay mucha diferencia entre comer un kiwi nuestro y uno de Italia o de Grecia". El gran reto es lograr que el consumidor acepte pagar más por una calidad superior.
Fuente: farodevigo.es