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Reino Unido: "Los inviernos cálidos amenazan el cultivo de grosella negra"

El Instituto James Hutton de Aberdeen (Escocia) sostiene que el aumento de las temperaturas puede retrasar el inicio de la temporada de cultivo de grosella negra, producir menos fruta y reducir su calidad. A esta fruta se la compara con el canario de una mina de carbón; se teme que otras frutas puedan sufrir también y que ello afecte negativamente al sector agroalimentario.

En la presentación de los hallazgos en la asamblea anual de la Sociedad Ecológica Británica en Birmingham, la doctora Katherine Preedy, de la división de Biomatemáticas y Estadísticas Escocia del citado instituto, ha afirmado: "Ya estamos viendo los efectos de unos inviernos más suaves. Las grosellas negras son como el canario de la mina de carbón. Si podemos comprender sus necesidades en un clima cambiante, podremos aplicar nuestros conocimientos a cultivos similares como los arándanos, las cerezas, las manzanas y las ciruelas".

En la actualidad, se cultivan ampliamente 12 variedades en el Reino Unido, y Ribena, que tiene una marca valorada en al menos 140 millones de libras, invierte en el Programa Británico de Obtención de Grosella Negra coordinado por el Instituto James Hutton.

En el último estudio, las pruebas de temperatura en 20 variedades mostraron que si bien algunas fueron capaces de compensar el aumento de las temperaturas invernales si se refrigeraban durante el tiempo suficiente, otras no eran capaces y mostraban un crecimiento "errático".

Las diferencias residen en la genética, dado que algunas variedades han evolucionando en diferentes regiones climáticas o son resultado de una obtención selectiva a lo largo de los años. Se cree que unas condiciones más cálidas podrían reducir la esperanza de vida de las más afectadas.

Mientras que las variedades previas se crearon con pieles más duras para aumentar la vida útil, se cree que este estudio pone de manifiesto el potencial para desarrollar variedades "que puedan sobrellevar mejor el cambio climático".

El profesor Hamlyn Jones, de la Universidad de Dundee y colaborador del estudio, explica al thenational.scot que los hallazgos suponen que se podrían desarrollar opciones más fuertes, y que podrían ayudar a los productores a seleccionar especies más adecuadas a su región.

Fecha de publicación: