"2018 ha sido un año dramático para el mercado de la lima", asevera Marcel Verdellen, de Satori Holland, sita en Venlo, Países Bajos. "Los precios bajaban a veces hasta 1 euro por caja, algo que nunca antes habíamos experimentado, y cuando hizo tanto calor el verano pasado, el mercado se estancó, lo que causó un fuerte impacto".
"Y todavía no es para tirar cohetes: haya demasiada oferta o muy poca demanda, los precios siguen siendo bajos", dice el importador, que como cada año importa limas de Brasil desde enero hasta marzo. "Ahora los precios siguen a un nivel de entre 3,50 y 4,50 euros y ese valor es simplemente demasiado bajo. Las limas deben pagarse a 6,50-7 euros, porque todo lo que esté por debajo de ese valor supone pérdidas".
Encontrar una solución no es nada sencillo. "Con suerte, algunas partes dejarán de importar y exportar limas. Esta sería la única solución de verdad", observa Marcel. Para Satori, abandonar el comercio de la lima no es una opción. "Las limas están ancladas en la historia de nuestra empresa. Tenemos asociaciones con productores que llevan más de 20 años en pie, y no las romperemos por un año malo".
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Marcel Verdellen
Satori Holland (Países Bajos)
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