En julio de 2018, se observaron síntomas inusuales en frutas y hojas de numerosos invernaderos que producen tomates comercialmente en la zona del Bajo Rin, en Renania del Norte-Westfalia, Alemania. En total, más de 25 hectáreas de tomates de invernadero se han visto afectadas, según informa New Disease Reports, una revista internacional en línea publicada por la British Society for Plant Pathology (BSPP).
Es la primera vez que se informa de la presencia de ToBRFV en Alemania, en Europa y fuera de los países de Oriente Próximo. El virus se ha confirmado en 7 invernaderos de tomates en Renania del Norte-Westfalia. Además, se sospecha que se ha infestado otro invernadero de tomates.
Hay medidas de erradicación en curso, como la eliminación de todas las plantas de tomate de los invernaderos, la destrucción de todo el material vegetal, la desinfección de todas las superficies del invernadero y todos los objetos utilizados en la producción de tomate, y el material que se utilizó para la eliminación de las plantas de los invernaderos.
Este Tobamovirus es un riesgo para la horticultura europea. El ToBRFV se detectó en Jordania en 2015, pero ya se había detectado en Israel en 2014. El virus infecta las plantas de tomate y provoca manchas en las hojas, así como la decoloración y deformación de los frutos.
El virus puede afectar hasta al 100% de la cosecha. Los genes resistentes contra otros Tobamovirus en las variedades de tomate convencionales son ineficaces contra el ToBRFV. Hasta ahora, se sabe muy poco sobre el virus para excluir posibles daños en otras plantas hospedadoras.
En el exterior, hay posibles plantas hospedadoras, que pueden servir como depósito de nuevas infecciones. Debido a su alto potencial de daños para la producción de tomate, ToBRFV representa un riesgo fitosanitario significativo para Alemania y otros Estados miembros de la UE.
Los síntomas foliares incluyen clorosis y manchas con protuberancias de color verde oscuro. Los síntomas en la fruta son manchas amarillas, a menudo concentradas alrededor del cáliz, con arrugas ocasionales que hacen que las frutas no se puedan comercializar.
