"El miércoles por la mañana, sobre la base de los informes recibidos, realicé una inspección en el campo de Rosolini y Pachino, en la que he constatado la presencia del virus de Nueva Delhi con una incidencia del 50% en la producción de calabacín y con el mismo resultado en los territorios de Noto y Portopalo", informa Rossana Cannata, diputada de la asamblea regional siciliana.
"El virus, que proviene de la vecina España y que también se ha propagado a otras especies hortícolas como pimientos, tomates, patatas, berenjenas, melones y sandías, se identificó por primera vez en Sicilia en el otoño de 2015. Hasta ahora, a nivel regional, no se han adoptado medidas o intervenciones capaces de remediar los problemas relacionados con esta patología y, por lo tanto, he sentido el deber de actuar para encontrar soluciones", explica Cannata.
"Por este motivo, junto con el Dr. Sebastiano Vecchio, gerente de la unidad fitosanitaria de Siracusa y un grupo de empresas agrícolas de la provincia, he querido visitar los invernaderos en los que se cultiva el calabacín, para adoptar todas las 'armas' posibles para acabar con este enorme problema".
"Espero que el Gobierno preste la debida atención a esta patología para que podamos identificar los recursos y las medidas que se asignarán a las empresas afectadas por el virus para proteger nuestros productos", concluye Cannata.
Fuente: Nuovo Sud