Después del verano, los resultados de septiembre y octubre mejoraron. Desafortunadamente, estos primeros signos de recuperación se revirtieron en noviembre y diciembre. Por un lado, esto se debió al competitivo escenario retail, donde se acrecentó la presión de precios en las categorías de productos frescos, predominantemente en Alemania y Bélgica. Por otro lado, el constante aumento de los requisitos de calidad y servicio por parte de los retailers del sector están elevando los niveles de costes y desperdicios de los proveedores.
En consecuencia, las ventas se redujeron un 4,5% con respecto al año anterior y, lo más importante, se vio afectada la generación de márgenes, dado que Greenyard opera con márgenes de porcentajes limitados. Como resultado, Greenyard está revisando sus previsiones de REBITDA para 2018/19 hasta una horquilla de 60-65 millones de euros, tras la desconsolidación del segmento de horticultura, que se vendió a finales de 2018.
En la actualidad, Greenyard sigue haciendo la transición de su organización a un socio de integración vertical para sus clientes del retail. Su consecución supone un importante cambio para Greenyard y los retailers. Greenyard cree firmemente que el mercado hortofrutícola del futuro será operado de una manera eficiente por un número limitado de grandes actores que colaborarán estrechamente con sus clientes. A corto plazo, esto plantea desafíos y demanda una nueva manera de trabajar en el mercado. Sin embargo, en el largo plazo, el modelo de asociación reducirá los desperdicios, mejorará la calidad para el consumidor y aumentará los márgenes en la cadena de valor.
A partir de este desequilibrio actual del mercado, las medidas que Greenyard ha tomado en los últimos seis meses no han sido suficientes para cerrar la brecha. Se han tomado iniciativas en el campo de compra y adquisición, sistemas y procesamientos, y gestión de cuentas claves. Así, pues, reforzando estas medidas a medio plazo, se ha designado un equipo de transformación dirigido por Marc Zwaaneveld, ejecutivo sénior con experiencia y con una trayectoria comprobada, que también se incorpora al equipo directivo. El nuevo equipo está desarrollando un plan de recuperación integral que incluirá medidas de aplicación inmediata. Por tanto, Greenyard pondrá el foco también en nuevos logros comerciales y en la aceleración de los proyectos a medio plazo ya iniciados, así como en la alineación de la base de costes global.
Greenyard discutirá las consecuencias de estos acontecimientos con sus bancos relacionales en los próximos días. Al mismo tiempo, el consejo de administración ha ordenado a la directiva seguir explorando las diferentes opciones de financiación, en particular un aumento del capital. Greenyard actualizará el mercado a su debido tiempo.
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