En los últimos años, China se ha convertido en el objetivo de muchos exportadores de cítricos españoles, tanto expertos como inexpertos, que buscan en este mercado nuevas oportunidades para diversificar su negocio de forma rentable. De hecho, las exportaciones españolas de naranjas han aumentado significativamente en los últimos 3 años.
No obstante, la complejidad de este mercado, unida a la dura competencia de otros orígenes, además de la local, la ineptitud de ciertos operadores y las circunstancias desfavorables de la actual campaña española, están convirtiendo la exportación de naranja a China en una actividad realmente complicada. Así lo explica Juan Motilla, director comercial de Motilla. Desde que se aprobara en 2013 el protocolo de exportación de naranja española a China, esta empresa valenciana no solo fue pionera en la incursión a este mercado, sino que desde entonces ha sabido posicionar y consolidar su marca Motilla como una referencia en este producto, llevándole a ganar el premio IFC en reconocimiento a la mejor marca importada en China en 2017.
“La presente campaña de cítricos está siendo realmente complicada. Es cierto que la cosecha española no está cumpliendo generalmente las expectativas comerciales, ya que además de venir con retraso en todas las variedades, se acusa una importante disminución de los calibres y problemas de calidad interna de la fruta, que en la mayoría no cumple las expectativas, más retraso, menos calibre y también una calidad interna más baja que hace que se pueda aprovechar menos fruta para comercialización en fresco. En muchos casos, si no se hace una selección adecuada, la fruta no está llegando a mercados lejanos como China con la calidad deseada”, explica Juan Motilla.
El exportador recalca que “China es un mercado extremadamente complejo” y que algunos operadores no han valorado los riesgos que implica. “Además de varios exportadores, hay algún intermediario que han enviado la máxima cantidad posible de cítrico a este mercado sin estudiarlo y conocerlo previamente. Como resultado, ha llegado mucha mercancía en mal estado, causando un grave daño a la imagen de la marca España, una imagen que empresas como la nuestra hemos estado construyendo en los últimos 6 años. En esta campaña, por ejemplo, sabemos que la insensatez de algún intermediario ha ocasionado pérdidas muy grandes a diversos packers españoles. Tanto es así, que hay varios casos de empresas con amplia tradición exportadora que están pasando por grandes dificultades por culpa de acciones irresponsables como esta. Afortunadamente, a nosotros no nos ha afectado porque este mercado conoce bien nuestra marca”.
Por otra parte, de acuerdo con Juan Motilla, la disponibilidad de cítricos domésticos en China es mayor incluso que el año pasado, que ya venía de crecer respecto al ejercicio anterior, limitando más el hueco a las importaciones. Sin embargo, preocupa más la oferta de naranjas de Egipto, que está acrecentándose a ritmo de vértigo en los últimos años.
“La presencia de cítricos de Egipto está aumentando rápidamente cada año en China, a precios sustancialmente más bajos que los nuestros. El año pasado ya se importaron entre 5000 y 6000 contenedores, y todo apunta a que seguirá creciendo en los próximos años. Si bien, de momento, se diferencian principalmente por su precio, los exportadores egipcios están trabajando duro por mejorar su calidad”, avisa Motilla.
Respecto al conflicto diplomático entre China y Estados Unidos, jugador importante en este mercado de cítricos, el exportador no cree que influya en las exportaciones españolas. “Las cosas pueden solucionarse en cualquier momento”.
Con todas estas circunstancias, Juan Motilla señala que “este año la gente está más cauta y los volúmenes están a la mitad a fecha de hoy, teniendo en cuenta todos los aspectos, creo que se mantendrá está tendencia”.
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