Como ya se anunció el 28 de enero, la facturación de Greenyard durante los primeros nueve meses del año financiero ha sido decepcionante. La compañía ha obtenido una facturación de 2.900 millones de euros, lo que significa una disminución del 4,2% en comparación con el mismo período del año anterior. Esto supone también una continuación de la caída del 3,6% que se registró en la primera mitad del año. Greenyard atribuye esta disminución a los resultados decepcionantes en el segmento Fresh, donde la competencia dentro del sector minorista se ha reflejado en las cifras obtenidas.
Las ventas en el tercer trimestre ascendieron a 927,9 millones de euros, un 5,4% menos que en el mismo periodo del año anterior. Los tipos de cambio no tuvieron un gran impacto a nivel del grupo.
Los aguacates no pudieron compensar la pérdida de facturación
Especialmente en el segmento Fresh, se sufrieron pérdidas en las ventas. Con un resultado de 730,2 millones de euros, la facturación fue un 6,6% inferior a la del tercer trimestre del año anterior, cuando se registraron 782 millones de euros. El volumen de negocios también fue menor durante los primeros nueve meses del año, con 2.378 millones de euros frente a los 2.489 millones de euros del año anterior, lo que supone una disminución del 4,5%.
La causa de la disminución es doble. Por un lado, el volumen de las ventas cayó para una gran cantidad de productos; por otro lado, se registraron precios más bajos. "Esta disminución se debe a una caída en el volumen y la continua presión sobre los precios causada por la fuerte competencia en el sector minorista en la mayoría de los mercados más importantes de Fresh. La disminución en el volumen se produjo principalmente para los plátanos, manzanas, uvas, peras, melones, frutas de hueso, pimientos y tomates. Por el contrario, el volumen de aguacates aumentó. En general, los precios han mostrado una tendencia negativa en la mayoría de las categorías de productos. Especialmente se registró una tendencia negativa continua en Alemania y Bélgica, combinada con precios más bajos", según el comunicado de prensa.
Bajo rendimiento del segmento Long Fresh
El segmento Long Fresh registró una ligera disminución en las ventas del 0,4%. El volumen de negocios cayó de 198,5 millones de euros el año pasado, a 197,8 millones de euros en el tercer trimestre de este año financiero. Como resultado, la disminución del 4,1% registrada en la primera mitad del año fue parcialmente compensada. Las ventas cayeron un 2,8% en los primeros nueve meses del año fiscal. "El bajo rendimiento en el tercer trimestre puede explicarse porque los precios no aumentaron y por algunos pedidos diferidos en el segmento Prepared. En el segmento Frozen, algunos retrasos en los contratos de ventas después de la campaña de retirada en el verano, combinados con rendimientos más bajos de las marcas blancas en Francia, provocaron que disminuyeran las ventas, que fueron compensadas solo en parte por un mejor precio/combinación".
La empresa en problemas ya avisó a finales del mes pasado que los resultados serían más bajos de lo esperado, lo que dio lugar a una fuerte caída de los precios en la bolsa de valores. El nivel de endeudamiento acordado con los bancos también fue superado. Eso sucedió también en septiembre de 2018, cuando Greenyard vendió la división Horticulture para reducir la montaña de deudas.
En línea con los anuncios anteriores, el REBITDA esperado para el año financiero se mantiene entre 60 a 65 millones de euros. Esto equivale a una reducción a la mitad del REBITDA en comparación con el año fiscal 2017/2018, cuando se contabilizaron 140,2 millones en esta partida, lo que fue una disminución de solo el 4% en comparación con el año fiscal anterior.
Debido a los resultados decepcionantes, se ha puesto en marcha una transformación de la empresa. A mediados de marzo, Greenyard proporcionará una actualización sobre estos planes y su implementación.