El cálido y seco verano de 2018 ha dejado huella. Los efectos de este periodo se pueden ver incluso en la oferta de hortalizas de invierno. La comercializadora Freeland se anticipó a la escasez que podría haber en Europa y acudió a países más meridionales para tener cantidad suficiente de col lombarda, chirivía, raíces de perejil, apio y cebollas. El cálido verano ha tenido un efecto positivo en los precios del puerro en el mercado.
En la temporada de hortalizas de invierno debería quedar claro el grado de escasez, pero la empresa sita en Emmen, los Países Bajos, espera 500 toneladas de col lombarda, 500 de chirivía y raíces de perejil, y 500 de apio. "Esto nos permitirá cubrir los programas hasta mayo, y creemos que tendremos producto de sobra para absorber los vacíos de la temporada holandesa", dice Kees van den Bosch. "Gracias a lo seco que ha sido el verano, esperamos tener trabajo adicional hasta mayo o junio".
Año complicado
Freeland comenzó a buscar nuevos productores de hortalizas de invierno entre las relaciones que la empresa ya tenía en varios países del sur para evitar las consecuencias del verano seco y cálido. Freeland espera una oferta regular de hortalizas de invierno de África y Asia desde enero. "Como esperamos falta de producto en la temporada europea, nos hemos puesto en contacto con productores de todo el mundo porque queremos disponer de producto para nuestros clientes todo el año", explica Kees. "La disponibilidad es complicada este año".
"Este es el tercer año que importaremos calabazas", continúa Kees. La cosecha de calabaza en los Países Bajos y Alemania ha sido menor que en 2018, así que hay más interés en la importación. "Desde mediados de enero tendremos disponibles calabazas Hokkaido naranjas".
Escasez de lechuga y cebolla
Los meses de verano también hubo mucho ajetreo, recuerda Kees, sobre todo por la escasez en el mercado de la lechuga. "Fue un buen verano para los negocios, pero no para el medio ambiente y el mundo", apunta. "Los consumidores no se dan cuenta de dónde hay que comprar los productos cuando hay sequía. Si supieran lo que hay detrás de su comida, quizás serían más conscientes".
Durante años, Freeland ha tenido relación con los productores de Egipto por las cebollas. Estas relaciones resultan útiles ahora que la temporada holandesa es incierta. "Hemos adelantado la temporada de cebollas egipcias sembrando antes para absorber la escasez de cebollas holandesas". Kees espera escasez sobre todo de cebollas amarillas y rojas ecológicas esta temporada.
¿Recuperación del mercado del puerro?
El cálido verano ha sido positivo por ahora para el puerro. El mercado de esta hortaliza lleva varios años en caída por la abundancia de oferta, pero, de momento, esta temporada ha sido distinta. "En los últimos años había demasiado puerro, así que esperamos menos producto este año para que los precios puedan subir un poco. Los productores podrían ganar más dinero así", explica Kees. "En las últimas semanas de 2018, el mercado del puerro mostró signos de recuperación. Muchos trabajadores polacos ya se habían ido a casa por las fiestas, por lo que se registraron precios tres veces más altos que en 2017".
La empresa exporta las hortalizas de invierno a varios mercados de toda Europa. Comenzó con Suecia y en los últimos años la exportación a Polonia ha crecido en consonancia con el crecimiento económico del país, pero el Reino Unido, la República Checa, Escandinavia y, en los meses de verano, España e Italia, también son países de destino. "Exportamos a toda Europa, con énfasis en Escandinavia", resume Kees.
En los supermercados, las versiones frescas de las hortalizas de invernadero están siendo apartadas poco a poco por sus versiones de conveniencia. Por el verano, este mercado se ha vuelto más dinámico. "Servimos a empresas que procesan estos productos", dice Kees. Un ejemplo es la industria transformadora de cebollas. "Se transforman muchas cebollas en la industria, pero se demandan calibres grandes". Por la sequía, las cebollas son pequeñas este año y los proveedores que tienen contratos con estas empresas no pueden suministrar estas cebollas. La industria busca lotes de cebollas grandes por necesidad. "Se ve que de repente llegan nuevas empresas a la industria que procesan todas las cebollas mecánicamente. Normalmente tienen acuerdos con sus propios agricultores, pero ahora no tienen nada que proveerles. Nos alegramos de ser su salvavidas".
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Kees van den Bosch
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