Patricia Rebillou, presidenta de la asociación de productores de fresas de Dordoña, alerta sobre la producción de fresas en la región. En 2017, había 230 cultivadores de fresas de Périgourdins. Hoy, no hay más de 184, de los que 120 están muy especializados. La causa de este descenso son las jubilaciones. Cada vez hay menos voluntarios para tomar el relevo. "Hay que hacer muchas horas y los jóvenes de hoy en día quieren lo mismo que otros jóvenes, es decir, tener más tiempo para ellos mismos, y con las fresas esto no es compatible. Las fresas requieren trabajo a tiempo completo. Empezamos en enero y acabamos el diez de diciembre", según Patricia Rebillou.
También hay que añadir la dificultad para los productores de encontrar mano de obra para la cosecha: a los jornaleros no les gusta recolectar las fresas del suelo. Es uno de los motivos por los que la producción sin suelo se ha desarrollado. "Cuando encontramos personal, hay algunos que rechazan el trabajo porque no quieren agacharse a recoger las fresas del suelo. La otra razón son las últimas medidas que se han tomado. Se han prohibido los herbicidas. Hay que encontrar personal para eliminar las hierbas, lo que va a ser complicado".
Respecto a la agricultura ecológica, es todavía bastante complicado para las fresas, pero la situación mejora: "No utilizamos productos fitosanitarios irresponsablemente y con el tiempo podremos producir fresas sin pesticidas".
Fuente: francebleu.fr