Según algunos operadores, las fresas italianas están reemplazando cada vez más a las españolas. Los consumidores y los comerciantes las demandan, y los mayoristas las están comprando.
"El mercado dicta la ley y los operadores nos adaptamos. Los consumidores están redescubriendo las sabrosas fresas italianas y solicitándolas, siendo la variedad Sabrosa la más apreciada y demandada. Dicha variedad cuesta más, especialmente si es de marca, pero los clientes no tienen problemas porque saben que están comprando un producto de calidad", expresa el mayorista Massimo Castrogiovanni.
"Los precios varían mucho: en los últimos días, un kilo de fresas de calidad se ha vendido al por mayor entre 4 y 5 euros. También tenemos un producto más barato, pero los clientes buscan las mejores fresas".
La situación parece ser una ventaja para la producción italiana en comparación con la producción española. Esta última, aunque más barata, ya no se solicita tanto porque los clientes prefieren un producto con un alto grado de azúcar, con su toque justo de acidez y una pulpa consistente.
"Otra variedad muy popular es Marisol, que tiene un sabor excelente. Desde hace un par de años, he estado prestando más atención al aspecto organoléptico, algo que antes no hacía. Si una variedad no es buena, los consumidores no la quieren y hay que venderla a precios bajos".
"Hasta mediados de diciembre, tenemos productos sicilianos disponibles. Las ventas se detienen de Navidad a Año Nuevo. Más tarde se reanudan lentamente, pero es a principios de marzo cuando comienzan las grandes ventas".