Aunque ENGIE Refrigeration no tiene un pasado en el sector de la cebolla, la empresa cuenta con años de experiencia en técnicas de refrigeración. Hace unos años, la empresa presentó una técnica de secado por condensación en el sector de la cebolla y, según Marcel Bennink, dio en el blanco. "Creamos esta técnica en parte gracias a nuestra experiencia en los almacenes de queso. Al principio, el sector agrario se tuvo que acostumbrar a esta nueva técnica un poco, pero ahora se ha demostrado su valor añadido. Las cebollas que salen de nuestro almacén son la mejor publicidad. Es posible que el sistema no sea como un hospital, porque las malas cebollas no se pueden mejorar, pero somos casi como una residencia de cuidados".
"El secador por condensación, también llamado secador por refrigeración, es en realidad una instalación de frío y calor que permite prescindir del aire exterior y de los calentadores de gas. La instalación extrae la humedad del aire mediante condensación y la saca al exterior a través de una tubería. De esta manera, las cebollas se secan desde el primer minuto. No importa en qué condiciones lleguen las cebollas, un día después de la cosecha estarán crujientes. El proceso de secado es el doble de rápido que antes porque se garantiza un proceso continuo las 24 horas del día. El tallo se seca en unos días. La temperatura estable de la sala permite que las cebollas se mantengan a la temperatura correcta, por lo que también se mantiene la calidad de las cebollas", explica Marcel.
“Dado que el sistema está equipado con una bomba de calor, los productores y procesadores también pueden utilizarlo para calentar los lotes de cebollas con el fin de combatir enfermedades. En ese caso, la bomba de calor utiliza o bien el aire exterior o bien el calor liberado durante el proceso de enfriamiento (el proceso de secado) para calentar las cebollas o mantenerlas a la temperatura correcta. Como el sistema no depende del aire exterior, no se pierde calor tampoco durante el proceso de calentamiento. El secado de las cebollas continúa durante todo este proceso. Para ello, se necesita poca electricidad y se puede generar con paneles solares", dice Marcel.
El primer proyecto ENGIE que se llevó a cabo con cebollas fue para la finca ecológica Custers. "Fue bien desde el primer día y eso nos dio mucha confianza en el mercado. Hay mucho interés, en particular en la agricultura ecológica, porque estas cebollas son más susceptibles a los mohos y las bacterias. Las bajas temperaturas y unas condiciones de almacenamiento estables son un requisito para los productos de buena calidad. Pero también instalaremos nuestra técnica de secado por condensación en la nueva nave de procesamiento de MSP Onions. La cosecha del año pasado afectó mucho a la voluntad de inversión. Ahora casi nadie en Zelanda quiere invertir, pero hay un interés considerable en regiones donde se ha podido regar", explica Marcel.
"Los costes adicionales de estas instalaciones en comparación con un sistema convencional se pueden recuperar en tres años como máximo. No obstante, si se hace un mantenimiento regular y cuidadoso, esta nueva técnica de almacenamiento puede durar de 20 a 25 años. El refrigerante natural de la instalación garantiza el mayor rendimiento y el menor consumo energético, por lo que los clientes también pueden acogerse a la deducción holandesa por inversión en energía. El ahorro energético ahorra costes. Además, algunos compradores ponen a sus proveedores el requisito de la producción sostenible", añade Marcel. "Si se elimina el aire exterior, las empresas pueden conseguir con precisión las condiciones ideales de secado y almacenamiento sin utilizar gas y con menos emisiones de CO2. Gracias a esto, el secado es el doble de rápido, las cebollas se conservan en condiciones de calidad y se ahorra un 80% de energía cada año. Es dinero sin esfuerzo".