El mercado de la cebolla se caracteriza actualmente por ser un mercado parado y caro. "La demanda es muy limitada y los precios al productor son muy altos. Como consecuencia, algunas empresas de envasado han paralizado sus actividades, porque simplemente no hay nada que ganar", señala Martijn van Damme, de Dacomex (Sint-Maartensdijk, Países Bajos).
"Solo desde Europa hay algo de demanda, por ejemplo desde el Reino Unido, y algunos lotes están yendo a Alemania, pero pronto ellos también comenzarán a importar sus cebollas", dice Martijn. "Por otro lado, enviamos cebollas a Europa del Este, pero no tantas, y en su mayoría son lotes con alguna deficiencia. Para las mejores cebollas, se pide tanto dinero que casi ningún destino está interesado; hay alternativas más baratas disponibles en todas partes".
"Por las buenas cebollas, actualmente se paga de 40 a 46 céntimos al agricultor con un precio por bala para la clasificación mediana de alrededor de 43/44 céntimos. Los lotes de calidad ligeramente inferior vendidos a Europa del Este tienen precios de entre 30 y 35 céntimos", dice Martijn. "De momento, hay suficientes lotes de buena calidad. Sin embargo, se están realizando muy pocas transacciones".
"Con vistas al Ramadán, ha habido mucha especulación, ya que tradicionalmente se solicita más volumen desde África con el motivo de esta celebración. Mientras tanto, ya se han realizado los pedidos para el inicio del Ramadán pero los volúmenes de exportación han sido algo decepcionantes. En general, dados los bajos márgenes, es una suerte que la demanda siga siendo limitada, ya que el equilibrio entre compras y ventas se ha perdido realmente".
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