La campaña citrícola de Castelló apura sus últimas semanas de campaña con los precios por los suelos. La temporada de la principal variedad de la provincia -clemenules- finalizó quedándose sin recoger el 35 % de la producción. Las variedades tardías afrontan la última fase de la campaña con precios también irrisorios y que no dan ni para pagar costes de producción.
Según el informe de precios de la Conselleria de Agricultura –concerniente a la semana del 2 al 8 de abril–, la mandarina Ortanique se vende en Castelló entre 0,09 y 0,12 céntimos de euros y en València entre 0,09 y 0,13 céntimos; mientras la mandarina Orri, por su parte, se traspasa entre 0,47 y 0,63 euros en las explotaciones de Castelló.
Respecto a las naranjas, el valor de la Navel Lane Late se sitúa en Castelló entre los 0,10 y 0,13 céntimos; y la Navel Powel, entre 0,19 y 0,24 céntimos.
De esta forma, el sector citrícola remata la campaña de la misma forma que empezó: con caída de ventas y de los precios. Las asociaciones sectoriales responsabilizan de esta situación a la entrada masiva de cítricos importados. Un balance de la Conselleria de Agricultura de primeros de enero puso de manifiesto que un 34 % de las clemenules no encontraron comprador y permanecieron en el árbol.
Según Agricultura, la mitad de los cítricos que no han salido a la venta se ha debido a "cuestiones de mercado", es decir, al colapso de los mercados de la Unión Europea.
La Unió de Llauradors i Ramaders afirma que dos comercializadoras han anunciado su cierre por falta de ingresos y prevé que varias cooperativas tendrán dificultades para abonar las liquidaciones a los productores. De hecho, subraya que varias empresas no han realizado los primeros anticipos.
El Gobierno central prepara rebajas fiscales y una línea de crédito de 40 millones de euros para ayudar a los afectados por la crisis económica.
Fuente: levante-emv.com