El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil ha inmovilizado una partida de 1,5 toneladas de piña tropical procedente de Costa Rica a un importador de Puerto del Rosario. La introducción de esta fruta se encuentra prohibida por la legislación vigente que establece las normas fitosanitarias relativas a la circulación de frutas y vegetales en el archipiélago canario con el objetivo de evitar la posible entrada de plagas. El acceso de productos ilegales en Fuerteventura desvela el nulo control fitosanitario que existe en el aeropuerto y en los diversos muelles insulares.
Los agentes del Seprona en uno de los controles rutinarios detectaron la entrada ilegal de estos productos en las islas, la presencia en unas instalaciones de un operador de fruta numerosas cajas almacenadas que contenían piña tropical procedente de Costa Rica. La mayor parte de la mercancía no disponía de etiquetas identificativas, mientras que otras reflejaban el origen del país de procedencia.
Los agentes del instituto armado, dado que el operador no acreditó el certificado de trazabilidad de la fruta con el objetivo de determinar si reunía las máximas garantías fitosanitarias, procedieron a inmovilizar las piñas tropicales, así como a la toma de muestras para analizar si existen residuos de productos fitosanitarios en la fruta incautada con el principal objetivo de poder comprobar, tras los análisis correspondientes, si se trata de sustancias autorizadas para su uso en el cultivo.
Además, procedieron a levantar acta de inmovilización cautelar de la mercancía para recabar una mayor información y evitar que la misma salga al mercado y, así evitar que puedan padecer algún tipo de patología fitosanitario.
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias deberá iniciar el expediente sancionador contra el distribuidor responsable de la introducción de la piña tropical ilegal en Fuerteventura. La importación de frutas y verduras no autorizados en Canarias, al margen de constituir una infracción a las normas establecidas, constituye también un fraude ya que son vendidos en los mercados canarios como productos cultivados en el archipiélago.
Canarias es la única región de la Unión Europea que cuenta con una normativa específica como consecuencia de sus singulares características con el fin de evitar la afección de plagas que han afectado gravemente a los cultivos canarios y que se pretende evitar con unos rígidos controles, aunque no han funcionado en esta ocasión.
Otro de los riesgos que supone la entrada ilegal de frutas y verduras en las islas Canarias se localiza en que también atenta contra la seguridad alimentaria, dado que los importadores falsean su origen.
Fuente: laprovincia.es