El 24 de abril, en el MedFEL, el sector de las frutas con hueso reveló de primera mano las previsiones europeas para la campaña de albaricoques de 2019.
Hace ya 3 años que las campañas de albaricoques son decepcionantes para los productores europeos en general, y para los franceses en particular. Responder a los estándares con la moda de la coloración excesiva, pero sin perder la calidad gustativa que condujo al albaricoque al éxito hace unos años, es un gran desafío para el sector del albaricoque.
Las difíciles últimas tres campañas han templado un poco los proyectos de los arboricultores europeos. Se ralentiza el desarrollo de las superficies, los productores escaldados con las novedades decepcionantes o caprichosas, ya que a veces tienen que injertar o arrancar los frutos en desarrollo, se niegan a seguir experimentando.
En el mercado del albaricoque es difícil encontrar un equilibrio, debido al aumento de la presión española al inicio de la temporada y a un mercado de exportaciones en el que hay más competencia que en el pasado, donde Francia sufre la competencia de sus vecinos.
Previsiones para 2019
En 2019, el tiempo estará marcado por un invierno suave, en particular en España y en Languedoc-Rosellón, con unas necesidades para algunas variedades de frío invernal no satisfechas, de ahí el déficit de producción en estas variedades. La helada a finales de febrero también afectó a este descenso de la producción, pero más particularmente a la comunidad de Castilla-La Mancha y a la Región de Murcia, lo que penalizará a la producción española.
Tras las muy deficitarias cosechas, Francia e Italia llegaron a niveles de producción cercanos a su potencial.
Pese a que es difícil hacer previsiones en este punto, si no se completa todavía la diferenciación de frutas, los primeros datos muestran para 2019 un aumento a nivel europeo de las cosechas de un 12 %, respecto a 2018, se esperan cerca de 632.000 toneladas. Esta cifra representa un aumento del 19 % respecto a la media de 2013-2017.
Se situaría en un 7 % menos que la producción de 2017, con el déficit español, que debería permitir lanzar mejor la campaña en Francia.
Incluso aunque la producción se ve penalizada por los problemas coyunturales, el huerto europeo de albaricoques se moderniza, se desarrolla, lo que explica que la previsión para 2019 siga siendo superior a la media.
Centrándose en los diferentes países, respecto a 2018, solo España disminuye su producción, con un -36 %, Grecia se mantiene con un +1 %, Francia e Italia vuelven a los niveles de producción normales, con un +43 % y +36 % respectivamente.
