Poco a poco ya está apareciendo el fondo en los almacenes de cebollas. "Nos tomamos las cosas con calma y no estamos demasiado preocupados. Si hacemos una previsión de los suministros pendientes para las próximas semanas, podremos incluso seguir suministrando durante algo más de tiempo de lo que inicialmente habíamos pensado", señala Mike de Koster, de WDK Onions, de la localidad de Kwadendamme (Países Bajos).
"Todavía hay algo de oferta por todas partes. Los productores venden su producción a precios buenos en torno a 60 céntimos o más, aunque hay algunos que consiguen precios aún más altos en el mercado. Dadas las existencias actuales, puedo entender este desarrollo de precios, pero con el volumen de exportación de ahora, el precio ha aumentado muy rápido en las últimas semanas", dice Mike.
"Se ve cierto rechazo a los altos precios por parte de nuestros mercados de venta. Alemania está cambiando a las cebollas de Nueva Zelanda, mientras que Europa del Este y el sur del continente optan por las cebollas egipcias. Personalmente, creo que las cebollas egipcias son de menor calidad, pero con una diferencia de 15 céntimos, parece que la elección resulta fácil".
"En general, el mercado es difícil de medir. Pero a mí personalmente me gusta la emoción. En los últimos años, el mercado de la cebolla a menudo ha sido fácilmente predecible. Este año, se trata de tomar la decisión correcta en el momento adecuado. No sé si este año llegaremos a precios de un euro, aunque no descarto nada. Ahora estamos analizando muy bien los costes de mantener al personal trabajando en las próximas semanas en relación con los riesgos que conlleva el comercio", concluye el envasador.
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