Las temperaturas cálidas de los últimos días del Pésaj han hecho que las lluvias de los primeros días sean un recuerdo lejano en la mente de muchos israelíes, que hasta podrían olvidar el frío y las lluvias que las precedieron. Pero no los agricultores, que las recordarán y también tendrán que lidiar con sus consecuencias durante muchos meses venideros.
Según las autoridades, los daños causados a los cultivos –principalmente frutas que estaban madurando en la planta– ascienden a unos 29 millones de NIS (7,2 millones de EUR). Las lluvias de marzo, por lo general, son fuertes en la primera parte del mes, pero se suelen debilitar conforme avanza el mes, y en abril es normal ver aguaceros ligeros o tan solo breves periodos de lluvias más intensas. Este año, sin embargo, las lluvias de abril han sido muy fuertes y, sumadas a vientos intensos, granizo y temperaturas muy bajas, han dañado los árboles que mostraban las primeras frutas de verano.
Los daños oficiales se anunciarán esta semana, pero las autoridades agrícolas dicen que cientos de agricultores han presentado reclamaciones por daños a las compañías aseguradores, y se prevé la presentación de más de 2.000 quejas más. Entre los cultivos más afectados están las cerezas, las nectarinas, los melocotones, las almendras, las manzanas y las ciruelas. La mayor parte de las reclamaciones viene de los agricultores del norte de Israel y de la zona de Jerusalén.
Con la reducción de la oferta, los consumidores pueden esperar precios más altos para la fruta. Aunque no hay escasez de ninguna fruta u hortaliza en concreto todavía, algunos precios ya han subido. Los pimientos, por ejemplo, ahora cuestan el doble de lo habitual, unos 15 NIS (3,72 EUR) el kilo.
Fuente: hamodia.com