En 1919, Georges Caustier instaló en Perpiñán un pequeño taller de mecánica. En 1925 inventó la primera máquina para calibrar frutas y hortalizas. Cien años más tarde, Caustier by STC ocupa el primer puesto en el mercado francés para la calibración de melocotones y albaricoques y cuenta con una cifra de negocios de alrededor de 4,5 millones de euros.
El equipo de Caustier estuvo presente en MedFEL. De izquierda a derecha: Patrice Princen, Ramon Donoso, Céline Bonfanti y Mathias Rodríguez
Una historia agitada
Claude, hijo de Georges Caustier, se unió a su padre en 1947. En 1966, cuando la sociedad contaba con 35 empleados, Caustier France se posicionó en el mercado internacional. En 2001, tras la ruptura de la asociación tecnológica con el grupo holandés AWETA, la empresa tuvo grandes dificultades. En 2009, se declarará en quiebra, pese a un objetivo de 5,5 millones de euros y una cartera de pedidos de más de 2 millones de euros. En ese momento, Vicent Colleu y Lionel Mailhes, dos ejecutivos de Caustier France, junto con Dominique Bouvier (agente comercial de la empresa), se unieron para retomar la estructura. La STC (Sociedad de Tecnología y Calibrado) acababa de crearse. En abril de 2009, la marca se convirtió en Castier by STC.
Una nueva fábrica
En noviembre de 2012, el equipo de dirección decidió trasladar su actividad y experiencia a una nueva fábrica en ZAC Belair, Perpiñán. La inversión se elevó a 1,8 millones de euros. El nuevo espacio industrial se implantó en 7.000 m2 de terreno, de los cuales 3.300 m2 son de edificio y oficinas. Hoy en día, el equipo se compone de una treintena de empleados y sigue bajo la dirección de Lionel Mailhes, Vincent Colleu y Dominique Bouvier.
Caustier by STC crea sus propias piezas. Desde hace dos años, la empresa integró la French Fab Attitude, con un 100 % de "elaboración propia": creación del software, pasando por la elaboración del cucharón de frutas y el armario eléctrico. La empresa también desarrolló el calibrado óptico y visible, infrarrojo e infrarrojo cercano en muy alta definición. Estas máquinas son capaces de medir no solo la talla y el peso, sino también el color, la tasa de azúcar y la consistencia.
La gama de calibradoras
Las caliradoras de Caustier están adaptadas a diferentes tipos de demanda y de presupuesto. Las máquinas calibran frutas de las cerezas a las sandías, frutos alargados como el pepino, la berenjena y las frutas tropicales, de 1 tonelada a 30 toneladas a la hora. La actividad se centra mayormente en los albaricoques, los melocotones y también los tomates.
Para más información:
Patrice Princen
Caustier by STC
patrice.princen@gmail.com
www.caustier.com