La yesca, una de las mayores amenazas para la viticultura mundial, es una enfermedad compleja que involucra varios hongos. Esta enfermedad ataca al tronco principal de la planta y puede destruirla en pocos días; no hay duda de que la yesca avanza a un ritmo imparable.
En un artículo previo (en inglés) se hacía un repaso de la historia y del impacto económico de la yesca, y en este artículo indagaremos en lo que sabemos sobre su biología.
En sentido estricto, yesca era el nombre que se le daba a la pudrición blanca del tronco de las plantas maduras; los síntomas asociados que se manifiestan en las hojas, por otro lado, son resultado de la colonización del tronco por parte de hongos patógenos, no los hongos de la pudrición blanca.
De acuerdo con estudios recientes, en la yesca participan principalmente tres hongos:
Phaeoacremonium aleophilum se considera un pionero del patosistema complejo de la yesca, que infecta la planta a través de las lesiones provocadas en la poda (pero no a través de las herramientas de poda). De hecho, el inóculo es un peritecio –una estructura frutal de algunos hongos– situado en las fisuras de las vides, que se propaga después de la lluvia, con más frecuencia en verano.
Phaeomoniella chlamydospora, otro pionero de la yesca, infecta la planta en invierno y después de episodios de lluvia a través de las lesiones de la poda. Las esporas contaminantes provienen de lesiones de poda más antiguas y fisuras, o de debajo de la corteza en zonas que han presentado lesiones anteriormente.
Fomitiporia mediterranea es responsable de la pudrición blanca en las vides afectadas por la yesca. Sus esporas provienen de las partes muertas de la vid. Este hongo no está presente en la madera menor de un año, lo que significa que no se puede transmitir de una cepa a otra durante la poda.
En todos los casos, la madera de las vides se infecta después de la poda, los hongos se desarrollan y van colonizando los tejidos de la vid. Poco a poco, los hongos afectan al flujo de savia de la madera y obstruyen su sistema vascular; en consecuencia, las partes de la vid a las que no llega la savia, empiezan a morir. Los síntomas de la yesca no aparecen hasta cinco u ocho años después de la primera contaminación, pero cuando la yesca está presente en su forma apopléctica, estos síntomas son tan intensos y se propagan con tanta rapidez que la vid puede morir en cuestión de días.
Las condiciones más favorables para la yesca son temperaturas entre 20 y 30 grados centígrados con un nivel de humedad del 60 por ciento o más. Las temperaturas especialmente altas del verano favorecen la forma apopléctica de la yesca. No obstante, los factores medioambientales preferidos por la yesca todavía no se conocen del todo, y los diferentes factores que participan en la enfermedad pueden reaccionar de manera distinta a estos parámetros.
En cuanto a la susceptibilidad a la yesca y a otras enfermedades de la madera, no todas las variedades de uva son iguales, si bien más del 50 por ciento de ellas suele ser atacada por la yesca en tasas del 5 por ciento o más. Algunas, como Pinot Noir 51 y Syrah, tienen niveles muy bajos de yesca, mientras que Cabernet Sauvignon y Riesling se ven afectadas con más frecuencia.
La yesca puede afectar a la calidad
Un estudio de 2015 realizado por M. Jourdes en la Universidad de Burdeos e INRA investigaba cómo podía la yesca afectar a la calidad de las uvas y del vino elaborado a partir de las frutas afectadas. El estudio concluyó que las uvas afectadas por la yesca mostraban un importante retraso en la maduración, incluido menos azúcar (-10 por ciento) y más acidez (+20 por ciento), además de reducción del rendimiento. Al incorporar uvas de vides afectadas, incluso en niveles tan bajos como un 5 por ciento, las propiedades sensoriales del vino se veían significativamente alteradas, entre ellas una disminución de los aromas afrutados y un aumento del carácter terroso/vegetal/herbáceo.
Desde la prohibición del arsenito de sodio, no se ha introducido en el mercado ningún tratamiento eficaz para la yesca. Algunos estudios recientes han considerado los efectos de incorporar soluciones que pudieran activar las reacciones de defensa naturales de la planta, en conjunción con moléculas que presentan propiedades antimicrobianas.
Alltech Crop Science explora soluciones orgánicas
Alltech Crop Science, líder global en soluciones orgánicas innovadoras, está estudiando vías alternativas de que los agricultores protejan sus vides. El equipo de investigación nutrigenómica ha estado investigando programas nutricionales que podrían activar los genes de defensa de la planta, y así le permitirían una mejor defensa ante enfermedades como la yesca. Nuestros socios de investigación mundiales, en particular España, también lideran la búsqueda de soluciones a este problema, con resultados iniciales prometedores.
Más información en go.alltech.com/your-crop-science-partner
Referencias: Instituto Francés de la Vid y el Vino http://www.vignevin.com
M. Jourdes, Univ. Bordeaux, INRA, ISVV: Effet de l’esca sur la qualité des raisins et des vins. 2015
G. Roblin, Univ. De Poitiers: towards a preventative and/or curative treatment of esca in grapevine trunk disease: General basis in the elaboration of treatments to control plant pathogen attacks. 2019
