Una destacada productora de papaya de Queensland está ayudando en el impulso de campañas dirigidas a aumentar la popularidad de esta fruta entre los consumidores australianos.
La plantación Skybury se encuentra cerca de Mareeba, al norte de Cairns, en el Far North de Queensland, y su gerente general, Candy MacLaughlin, dice que si bien la demanda de papaya está creciendo, la clave es dar con la manera de que crezca más rápido.
"Está al alza, pero somos conscientes de que, en general, tan solo un pequeño porcentaje de australianos come papaya", explica. "Por tanto, ese es nuestro mayor reto, dar a conocer a la gente esta fantástica fruta, que sepa que es versátil, nutritiva y que se puede usar en ensaladas, smoothies, para desayunar, como snack y en el curry. Está disponible todo el año, así que podría ser un alimento básico en lugar de un alimento de consumo ocasional".
Este es uno de los muchos proyectos de investigación y desarrollo que se llevan a cabo en esta finca, con el objetivo de mejorar el transporte de la fruta, reducir el desperdicio, aumentar la vida útil y mejorar el sabor. Skybury cuenta con un equipo especializado in situ que se encarga de hacer estos estudios.
"Estamos trabajando para aumentar el consumo de papaya y que la gente sepa cuándo está madura para consumir", continúa MacLaughlin. "Nosotros la dejamos madurar hasta cierto punto en el árbol, porque es una fruta tan delicada que tenemos que dejar que alcance su plena madurez casi cuando está en el plato del consumidor, en lugar de que madure en tránsito. Ahora mismo ese trabajo está en el laboratorio y es posible que pase un año o dos hasta que veamos los resultados de la investigación que se está haciendo. Lo mejor que podemos hacer es educar a los consumidores sobre el aspecto de la fruta y por qué presenta marcas en la piel. Conseguir que conozcan el producto hará aumentar las ventas".
Skybury Papaya fue finalista de los premios Delicious Produce 2018 en la categoría From the Land, y MacLaughlin añade que se pueden utilizar varias herramientas promocionales para propagar el mensaje, desde las redes sociales hasta la publicidad y promociones en tienda y actividades en las que se puede conocer a los productores. Dado que es un producto disponible todo el año, MacLaughlin reconoce que plantea algunos retos en cuanto a marketing estacional, aunque también tiene sus ventajas.
"No deberíamos verlo como un reto, sino más bien como una oportunidad", afirma. "Por ejemplo, cuando los mangos entran en temporada, se habla de que vamos a ver más presión en los precios y que venderemos menos fruta. Mi punto de vista es ¿por qué no lo aprovechamos y los vendemos como 'gemelos tropicales'? En realidad, las papayas y los mangos lo son. Las papayas tienen un sabor sutil, por lo que el mango domina, pero las papayas pueden darle volumen al plato. Se complementan. Es la naturaleza de la industria; vas a tener presión estacional, pero hay que buscar el lado positivo y hacérselo llegar a los consumidores".
La empresa trabaja 182 hectáreas. Ahora mismo hay 162 en producción y otras 20 está previsto que estén plantadas para julio. Cada semana, se producen más de 100.000 kilos de papaya, con la esperanza de duplicarlas cuando se alcance la plena producción. MacLaughlin reconoce que ha habido algunas complicaciones por el tiempo que hizo en verano, pero está satisfecha con cómo se las han arreglado el personal y el cultivo.
"Vamos por buen camino pese a la temporada lluviosa", asegura. "Las plantas se han recuperado y han conservado su salud. Ahora esperamos con ganas la temporada que queda por llegar. Hemos tenido la temporada más lluviosa de la última década, ha estado lloviendo sin parar durante días. No parece haber un final a la vista y te preguntas cómo ha aguantado todo. Pero nos hemos dado cuenta de que toda la preparación de la tierra que hicimos hace dos años ha permitido que aguantara mejor que anteriormente. Hemos tenido una ligera caída de la producción por la falta de sol. Pese a ello, nuestro personal ha estado fantástico, ha recolectado semanas sin descanso y ha mantenido el buen humor".
Las papayas son una fruta anual, pero ha cambiado su calibre debido a las condiciones meteorológicas. Skybury cultiva una variedad roja con la que abastece a todos los mercados de la costa este australiana.
"La variedad Skybury es exclusiva nuestra, así que tenemos una línea que solo nosotros tenemos, lo que nos dota de un perfil de sabor único", manifiesta MacLaughlin. "Enviamos a Brisbane, Sídney, Melbourne y Adelaida. Suministramos a todos los centros de distribución de la costa este, y eso abarca los supermercados Coles, Woolworths y Aldi, además de los independientes".
Skybury se fundó hace unos 30 años y originalmente era una plantación de café. La producción de papaya ha pasado a primer plano para la empresa, pero McLaughlin aclara que ambos cultivos coexisten perfectamente en la explotación.
"Nos dimos cuenta de que hacía falta un cultivo comercial o unos ingresos regulares, algo que aporta la papaya a los agricultores, ya que recolectamos y envasamos las 52 semanas del año", señala. "Con el paso del tiempo, nos hemos dado cuenta de que el café y la papaya funcionan muy bien juntos y hemos dado el siguiente paso: la plantación intercalada. Así, comparten la misma hilera y la relación de simbiosis es estupenda: la papaya crece deprisa y tiene una vida corta (2 años comercialmente), y si plantas café y papaya a la vez, las plantas de café tienen sombra durante dos años. Comparten la misma parcela, el mismo suelo, el mismo riego, la misma infraestructura, y no se necesita más de un 20% de agua o fertilizantes adicionales".
Skybury también ofrece visitas a la explotación y vende una amplia gama de productos de valor añadido, como mermelada de papaya, chutney de papaya, papaya encurtida y deshidratada.
Más información:
Candy MacLaughlin
Skybury
TEl.:+61 7 4093 2194
info@skybury.com.au
www.skybury.com.au