Los primeros volúmenes de mandarinas están llegando más lentamente que el año pasado debido a factores climáticos, particularmente en el norte del país, pero el retraso no se considera muy preocupante en esta etapa.
Al final de la semana 16, se habían enviado 400.000 cajas de 15 kg, lo que representa 700.000 cajas menos que en el mismo período del año anterior.
La gran cantidad de lluvia en algunas partes del norte ha supuesto que los productores hayan tenido que vigilar cuidadosamente los niveles de ácido, que podrían caer y dificultar los volúmenes de exportación.
En la zona de Senwes (Groblersdal / Marble Hall), una finca tuvo 116 mm de lluvia durante abril de este año, en comparación con los solo 18 mm de abril del año pasado. Paralelamente, la presa de Tzaneen se encuentra todavía a un nivel del 18%, motivo de preocupación para los productores de cítricos de Letsitele.
Se habla de sobreoferta de Satsuma en el norte del país, pero no se espera que el fenómeno tenga un gran efecto en los volúmenes de exportación debido a los volúmenes de Satsuma provenientes del Cabo Occidental y Oriental.
De hecho, un experto del sector señala que una ligera reducción en el número de mandarinas podría verse como una bendición disfrazada, dado el crecimiento de las mandarinas de Sudáfrica, previsto en un total de 18,3 millones de cajas de 15 kg, un aumento del 13% en comparación con el año pasado.
En una zona como Hoedspruit, en Limpopo, donde se espera que los volúmenes de mandarinas se dupliquen este año, muchas fincas de mango han sido reemplazadas por fincas de mandarinas.