La campaña de exportación de lechuga y brásicas va llegando a su fin en la Región de Murcia. Mientras que el balance en lechuga parece ser aceptable, no está tan claro para el brócoli, cuya producción y demanda se han visto reducidos.
"En 10 días terminaremos la campaña de lechuga Iceberg y en alrededor de 5 semanas daremos fin a las exportaciones de brócoli. A principios de junio iniciaremos ya los primeros cortes de sandía", explica Domingo Llamas, gerente de Hoyamar.
"Gracias a una buena planificación, en lechuga ha sido un ejercicio con menos altibajos que otros años pese a haber una mayor producción en general, ya que las temperaturas han sido más estables y los precios más constantes. Al menos en el 50% del total de la campaña, los precios de la lechuga han dado para cubrir los costes de producción", señala el productor y exportador.
La empresa murciana ha reducido la plantación de lechuga iceberg para apostar más por otras variedades como Lollo Rosso, Lollo Biondo, Hoja de Roble y escarola, mientras que ha mantenido los mismos volúmenes de lechuga Little Gem y Romana. De acuerdo con Domingo Llamas, "los consumidores están más abiertos a variedades de lechuga alternativas Iceberg".
En cuanto al brócoli, los rendimientos han sido muy bajos este año, seguramente debido a la sequía. "No ha llovido prácticamente nada en cuatro meses y esto ha hecho que caiga la producción, a pesar de que haya aumentado la superficie de cultivo. Con una demanda más bien apática a lo largo de la campaña y teniendo en cuenta el descenso de los rendimientos, me temo que muchas empresas nos encontraremos con una sorpresa desagradable a la hora de hacer números, ya que también se han incrementado los costes de mano de obra, el precio del envase de cartón y el transporte", indica Domingo Llamas.
Desde la campaña pasada, y al igual que hicieron otras empresas murcianas, Hoyamar dejó de producir y comercializar melón galia y cantaloup por su baja rentabilidad en precios. A principios de junio, empezará a cosechar y comercializar las primeras sandías. "Creemos que dejar de producir melón ha sido una buena decisión para nosotros, y aunque los márgenes de beneficio de la sandía tampoco son muy buenos, presenta menos riesgos".
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Domingo Llamas Fernández
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