Las primeras cerezas de campo abierto de la temporada en Francia se están recogiendo en Saint-Gilles, en Gard.
Con una tasa de azúcar cercana al 18 %, estas cerezas son casi negras. De la variedad Burlat, maduran rápidamente gracias al tamaño reducido de los cerezos. "Como el árbol tiene menos ramas que alimentar, la floración es más rápida y empieza antes", explica Geoffrey Magnani, productor en Mas de Saint-Jean.
Esta precocidad les permite ser competentes en el mercado. Pero esto no quiere decir que les falte sabor: "Que la recogida sea precoz o tardía no tiene que ver, ¡si la cereza está madura, está madura! Si esperamos, perderá azúcar y firmeza", explica.
Este año, Geoffrey Magnani cuenta con cosechar una media de una tonelada al día. Desafortunadamente, el 50 % de la primera recogida se tuvo que desechar, a causa de las inclemencias climáticas.
Fuente: francebleu.fr