En Paimpol, en el departamento de Côtes-d'Armor, en la región de Bretaña, un herbicida ha destruido un invernadero de más de 3 hectáreas de tomates. Se podría tratar de un acto delictivo.
La policía busca al culpable o culpables de este acto. Según los primeros análisis, el herbicida utilizado dejó de comercializarse en 1992 y no estaba en la explotación. "No utilizamos pesticidas de síntesis", explica el agricultor. "Hemos sido víctimas de un acto de malevolencia", dice el propietario del invernadero.
Entre el arrancado, volver a plantar, la pérdida de ingresos y otros, el total de pérdidas se eleva a alrededor de un millón de euros.
Fuente: brignoles.maville.com