¡Suscríbase a nuestra newsletter y manténgase al día con las últimas noticias!

Suscribirse Ya soy suscriptor

Está usted usando un software que bloquea nuestros anuncios.

Ya que publicamos noticias gratuitamente, dependemos de los ingresos de nuestros banners. Por favor, le rogamos que desactive su bloqueador de anuncios y recargue la página para poder seguir visitando esta web.
¡Gracias!

Haga clic aquí para leer la guía de cómo desactivar su bloqueador de anuncios.

Sign up for our daily Newsletter and stay up to date with all the latest news!

Suscripción I am already a subscriber

"Habrá cambios drásticos en la forma de importar tomate mexicano"

Se ha discutido mucho sobre la retirada del Acuerdo de Suspensión del Tomate en los últimos meses y, recientemente, unos 90 días después del anuncio de la interrupción inicial, Estados Unidos anunció esta semana que impondrá un arancel del 17,5% a las importaciones de tomate mexicano.

"Estamos muy decepcionados, pero la buena noticia es que las negociaciones continúan, en busca de una solución. Esperamos que se pueda llegar a un acuerdo en las próximas semanas", comentó la viceministra de Economía de México, Luz María de la Mora.

El Acuerdo de Suspensión del Tomate ha sido tema de discusión durante los últimos meses.

¿Perjuicios para los consumidores?
Anteriormente, el presidente del grupo de presión, Border Trade Alliance, dijo que la acción de un pequeño grupo de productores de tomate de Florida para poner fin a un acuerdo de larga duración, que rige la importación de los tomates mexicanos, perjudicaría a los consumidores y amenazaría con represalias por parte de México, dañando las exportaciones agrícolas de los Estados Unidos.

"El aumento de la protección que está buscando Florida implicaría imponer altos impuestos a los productos mexicanos, lo que conlleva un aumento de los precios, una menor variedad para los consumidores de los EE. UU. y un monopolio de distribución para unos pocos productores de Florida, quienes irónicamente compran y reenvasan los tomates mexicanos", expresó el presidente de BTA, Britton Clarke, en un artículo en Rio Grande Guardian.

Según sus oponentes, el grupo de productores Florida Tomato Exchange, el apoyo para la rescisión del acuerdo de suspensión de tomate está muy extendido entre los productores de tomate del mercado hortofrutícola de EE. UU. "La Alianza de Comercio Fronterizo lo sabe, pero sigue dando vueltas a la falsa narrativa de que se trata de un problema entre Florida y México. Pero no es así. El fracaso del acuerdo de suspensión y el continuo dumping de los tomates mexicanos ha afectado negativamente a los productores de tomates en todo el país durante todas las temporadas de producción. Es por eso por lo que 48 miembros del Congreso de 11 estados diferentes enviaron en febrero una carta al secretario de Comercio, Ross, solicitando la rescisión".

"La semana pasada, en una audiencia sobre este asunto ante la Comisión de Comercio Internacional de EE. UU., el sector local del tomate estuvo representado por seis productores con operaciones en California, Michigan, Tennessee, Georgia, Virginia y Florida. Sólo dos de esos seis productores tienen operaciones en Florida".


Luis Ribera (izquierda) y Dante Galeazzi

Precios más altos
Las organizaciones anteriores, como la Fresh Produce Association of the Americas, afirmaron que los consumidores de EE. UU. podrían pagar entre un 40 y un 85 por ciento más por los tomates si se aplicaran los aranceles.

Para ayudar a responder a algunas de las preguntas que este problema ha planteado, se realizó un taller en la reciente Expo Viva Fresh Produce. Moderado por Dante Galeazzi, presidente y director ejecutivo de la Asociación Internacional de Productos de Texas, el taller reunió a expertos del sector para discutir los posibles impactos de la retirada del acuerdo de suspensión, incluidos los precios del tomate y el impacto en las empresas productoras de Texas, muchas de las cuales confían en el comercio transfronterizo.

"Esta retirada contribuye a crear cambios drásticos en la forma en que se manejan las importaciones de tomate mexicano", declaró Galeazzi. "Consideramos que era importante este taller para formar al sector sobre qué esperar y desde una perspectiva empresarial, cómo mover la oferta de ahora en adelante".

La incertidumbre propicia el aumento de los precios
Luis Ribera, economista del Centro de Estudios Norteamericanos de la Universidad de Texas, fue uno de los oradores del taller. Comentó que es casi inminente que los precios suban, se apliquen o no las tarifas. También explicó que la atención y la incertidumbre en torno a la retirada del acuerdo de suspensión serán suficientes para agitar el mercado.

"Creo que los precios subirán debido a los aranceles que se espera que se apliquen a los tomates frescos de México, pero también a la incertidumbre añadida en toda la cadena de suministro de tomate que podría extenderse a otros productos", dijo, y agregó que también aumentará el coste del comercio en general.

Ribera proporcionó un ejemplo reciente de cómo esa incertidumbre elevó artificialmente un mercado: el mercado del aguacate. "Los mercados reaccionan a las noticias, especialmente los mercados agrícolas y, dentro de los mercados agrícolas, los mercados de productos frescos, debido a la perecibilidad de los productos", explicó. "Por lo tanto, incluso si no pasa nada, algo está sucediendo, ya que hemos visto cómo han subido los precios del aguacate sólo por la noticia del posible cierre de la frontera entre México y Estados Unidos. Eso no ha ocurrido, pero el mercado ha reaccionado de todas formas. La incertidumbre aumenta los costes del comercio. Por ejemplo, los prestamistas aumentarán el coste de prestar dinero a los productores, desarrolladores de almacenamiento en frío, etc. debido al mayor riesgo de no recuperar su dinero. Es un efecto dominó que también podría afectar a otras cadenas de suministro de productos".

Hay mucho en juego para la economía de Texas
Lo que es seguro es que la economía de Texas tendrá que enfrentar algunos ajustes. Ribera se refirió a un informe de 2018 en el que la mitad de todas las importaciones de frutas y hortalizas de México provenientes de Estados Unidos, por un valor de $6.300 millones, ingresaron a través de Texas. El informe proyectó que el porcentaje de importaciones que ingresarán a través de Texas aumentará en 2025. Por supuesto, los tomates no son el único producto que cruza la frontera, pero Ribera enfatizó que cualquier efecto en el comercio transfronterizo de tomates tendrá consecuencias para la economía y los empleos locales de Texas.

"El estudio que realizamos sobre el impacto económico de las importaciones de productos frescos de México muestra lo que está en juego", concluyó. "Sólo en Texas, el impacto económico es de alrededor de $850 millones y cerca de 8.000 empleos. Cualquier retraso, interrupción o barrera relacionados con la entrada de productos frescos causa un efecto dominó en términos de pérdidas económicas y de empleo en un amplio espectro de economías regionales".

También el Border Alliance Trade tiene en cuenta las cifras. "Lo que es peor, esta medida amenaza a la USMCA, el acuerdo sucesor del TLCAN, que enfrenta problemas de ratificación en los tres países del TLCAN. Lo que es más inquietante, invita a tomar represalias desde México contra las exitosas exportaciones agrícolas de Estados Unidos, como maíz, trigo, soja, peras, manzanas y carne de cerdo. En otras palabras, unas pocas empresas en Florida, si tienen éxito, convertirán el ventajoso comercio trilateral en una pérdida total", explicó.

Antidumping
Florida Tomato Exchange no está de acuerdo y dice que el caso de antidumping suspendido contra los tomates mexicanos no tiene nada que ver con el TLCAN o el USMCA. "La retirada del acuerdo de suspensión no tendrá ninguna influencia en la aprobación de la USMCA y no será un motivo de represalias mexicanas".

"La Alianza de Comercio Fronterizo declaró recientemente que la finalización del acuerdo de suspensión provocaría represalias contra las exportaciones agrícolas estadounidenses a México", continúan. "Esta afirmación ignora por completo el hecho de que TLCAN y USMCA permiten que los sectores mexicanos y estadounidenses utilicen sus leyes nacionales de derechos antidumping y compensatorios para protegerse de prácticas comerciales desleales".

Según el grupo, el caso antidumping contra los tomates mexicanos es un caso específico que no tiene impacto en ningún otro producto. "Actualmente existen 22 casos de derechos antidumping y compensatorios entre los EE. UU. y México (9 contra productos estadounidenses y 13 contra productos mexicanos). Ni EE. UU. ni México han tomado represalias entre sí en ninguno de estos casos. Si México tomara represalias contra los EE. UU., aplicando su ley antidumping contra los tomates mexicanos objeto de prácticas desleales, México violaría las reglas establecidas por el TLCAN, el USMCA y el derecho internacional. Es indefendible que la Alianza de Comercio Fronterizo se muestre alarmada porque los agricultores estadounidenses sugieran que el Gobierno de México considera violar estas normas legales".

"El Departamento de Comercio, después de más de un año revisando los datos y las reclamaciones concurrentes, coincidió con el sector nacional del tomate en que el acuerdo de suspensión no estaba funcionando", concluye. "Por esa razón, el Departamento de Comercio decidió rescindir del acuerdo, a partir del 7 de mayo, cuando reinició la investigación antidumping sobre los tomates mexicanos".

El grupo dice que los productores de tomate de EE. UU. siguen abiertos a nuevas negociaciones para un nuevo acuerdo de suspensión. "Pero después de los últimos seis años de un acuerdo fallido, el sector nacional no puede permitirse el lujo de decorar el acuerdo actual".

Los orígenes del Acuerdo de Suspensión de Tomate se remontan a 1996, cuando el departamento inició una investigación antidumping para determinar si las importaciones de tomates frescos se vendían a un valor inferior al razonable en los EE. UU. Después de confirmarse de forma provisional, finalmente se realizó un acuerdo de suspensión, que incluía un precio mínimo para las importaciones mexicanas. El precio de referencia se renovaría cada cinco años. En el último capítulo de este largo caso, en 2013, EE. UU. y México alcanzaron nuevamente un acuerdo sobre el comercio. Más de 600 productores y exportadores mexicanos firmaron el acuerdo, en comparación con los 450 productores/exportadores que firmaron el acuerdo anterior de 2008. Todos los tomates frescos o refrigerados de México están asegurados por los precios base.

Para más información:
Dr. Luis Ribera, Ph.D.
Texas A&M University
Tel.: +1 (979) 845-3070
lribera@tamu.edu
cnas.tamu.edu

Dante Galeazzi
Texas International Produce Association
Tel.: +1 (956) 581-8632
dante.galeazzi@texipa.org
www.texipa.org

Fecha de publicación: